Sin lugar a
dudas, la más famosa obra del escritor Lewis Carroll es “Alicia en el país de
las maravillas”. Su origen fue algo bastante espontáneo. Por aquella época,
Lewis se hizo muy amigo de las tres hijas de un colega suyo. Las llevaba de
picnic, navegaban en balsas... Cierto día, mientras estaban paseando por el
Támesis, Lewis improvisó una historia para entretener a las niñas. A
ellas les gustó tanto, que le pidieron una copia escrita para poder volverla a
oír. Tras una noche de escritura continua, les regaló lo que él titularía como "Las
aventuras subterráneas de Alicia". La obra tuvo tanto éxito
entre los que la leyeron, que unos meses más tarde Lewis la adaptó y
remodeló para publicarla oficialmente, creando el libro conocido como "Las
aventuras de Alicia en el País de las Maravillas", su primer
gran éxito comercial. Las tres chicas que incentivaron esta creación relataron
así la historia:
"Muchos
de los cuentos nos fueron contados en nuestras excursiones por el río, cerca de
Oxford. Me parece que el principio de "Alicia" nos fue relatado en
una tarde de verano en la que el sol era tan ardiente, que habíamos
desembarcado en unas praderas situadas corriente abajo del río y habíamos
abandonado el bote para refugiarnos a la sombra de un almiar recientemente
formado. Allí, las tres repetimos nuestra vieja solicitud: cuéntenos una
historia, y así comenzó su relato, siempre delicioso. Algunas veces para
mortificarnos o porque realmente estaba cansado, se detenía repentinamente
diciéndonos: esto es todo, hasta la próxima vez; ¡ah, pero ésta es la próxima
vez!, exclamábamos las tres al mismo tiempo, y después de varias tentativas
para persuadirlo, la narración se reanudaba nuevamente".
Extraído de:
elbustodepalas.blogspot.com.ar
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