Mensaje del
25 de febrero de 2014
“¡Queridos hijos! Ven,
oyen y sienten que en los corazones de mucha gente no está Dios: no lo quieren,
porque están lejos de la oración y no tienen paz. Ustedes, hijitos, oren, vivan
los mandamientos de Dios. Ustedes sean oración, ustedes que desde el principio
mismo han dicho "sí" a mi llamado. Testimonien a Dios y mi presencia,
y no olviden, hijitos, Yo estoy con ustedes y los amo. Día a día los presento a
todos a mi Hijo Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamado.”
Mensaje del
2 de febrero de 2014
“¡Queridos hijos! Con amor materno, quiero
enseñarles la honestidad, porque quiero que, en vuestra labor como mis
apóstoles, sean correctos, decididos, y sobre todo honestos. Deseo que con la
Gracia de Dios estén abiertos a la bendición. Deseo que con el ayuno y la
oración obtengan, del Padre Celestial, el conocimiento de lo natural, de lo
sagrado-Divino. Llenos del conocimiento y bajo la protección de Mi Hijo y la
Mía, serán mis apóstoles que sabrán difundir la Palabra de Dios a todos
aquellos que no la conocen y sabrán superar los obstáculos que se les
interpongan en el camino. Hijos míos, con la bendición, la gracia de Dios
descenderá sobre ustedes, y ustedes podrán conservarla con el ayuno, la
oración, la purificación y con la reconciliación. Ustedes tendrán la eficacia
que pido de ustedes. Oren por sus pastores para que el rayo de la Gracia de
Dios ilumine sus caminos. ¡Les agradezco!”
Dulce Virgen María ruega para que aumentemos nuestra fe
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