Promesa... Frescura... Desafío...
Viva ansiedad de forjar un futuro
amasado entre sueños y delirios.
Río desbordado que busca un cauce seguro
en el vigor de la corriente
quizás no tan libre -no tan segura- de la vida.
Reclamo por un sitio más justo,
más acorde con nuestras perspectivas.
Rebeldía soñando libertad
en el campo agreste, azaroso, ¡difícil!
de una existencia aún insatisfecha,
a veces dolorida...
Empuje de la sangre nueva, avasallante y tenaz,
fecunda y caliente como un día de estío.
Los primeros dolores por un casi-amor desvanecido...
Gozo infinito de sentir en las manos, en el cuerpo,
la primera caricia del amor tangible,
primaveral y sin prejuicios.
Beso que jamás se olvida...
Delicia de sentirnos amados, poseídos,
naciendo y renaciendo
con un ritmo sin pausas y con prisa.
Luz..., buscando en el complejo ineludible
de una áspera sociedad enmohecida,
un espacio donde tender sus rayos
ambiciosos y atrevidos.
Juventud: el más hermoso, el más fugaz
tesoro de la vida.
De esta vida que desde lo Alto
el Dios de la Humildad ha puesto mansamente
en el pequeño lapso que vivimos...
Marta Torres Jorajuría
(uruguaya)
Muy bien descripta la juventud Marta. Mil gracias.
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