Tengo un ángel de la
guarda
que me guía y me consuela,
que me toma de las manos
y me dicta cosas buenas.
Cuando estoy sola y
cansada,
con solo invocarlo siento
que se me alivia el
cansancio,
que se aligeran mis penas.
Con el hablo, con el río,
con el camino el sendero.
Siempre lo tengo a mi lado
en las malas y en las
buenas.
Ángel mío de la guarda
no me abandones te pido,
sigue siempre junto a mí,
siempre, hasta el fin del
sendero.
Elsa Lorences de Llaneza
elsalorences@yahoo.com.ar
Mi ángel de la guarda se llama Josesito ¿El tuyo como se llama? Te animás a contármelo. Mandame un e-mail a la dirección de abajo del poema.
Que hermoso poema Elsa!!! que ese angelito te proteja siempre!!!besosss Damna..
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