Madre inmaculada
virgen de Luján
quisiera por un momento
volver el tiempo hacia atrás.
A mi infancia cuando juntos
hermanos papá y mamá
cada 8 de Diciembre viajábamos a
Luján, aquellos preparativos
y el viaje en el tren.
A visitar a la Madre
con alegría y con fe
cuando llegaba la tarde
salía la procesión.
Entre música y cantos
agitábamos pañuelos
movidos por la emoción.
Al regreso sentíamos
confortado el corazón
después de haber recibido
su maternal bendición.
Concepción Costantino
Gracias Concepción. Cada vez que podemos ir a Luján es una verdadera fiesta.
Muy bello, emotivo y conmovedor, felicitaciones Coca.-
ResponderEliminar