María va caminando
a encontrarse con su
prima.
Las dos esperan un niño
que, cada uno en su
expresión,
representarán a Dios
y sufrirán una muerte
injusta y con gran dolor.
En Isabel salta el niño,
cuando la siente a María,
y cuenta se da Isabel
que el niñito de María
es del hijo de Dios vivo.
“Bendita tú eres
Entre todas las mujeres”
E Isabel se postra
de su María a los pies.
Dos madres embarazadas
por obra y Gracia de Dios
que tendrán que sufrir
mucho
y entregarán a los hijos
para Gloria del Señor.
Elsa Lorences de Llaneza