cubierto está de piedras.
Te las ofrecemos, Señor,
porque son yermas.
Muchas nos las pusieron, Señor,
más otras tantas,
por nuestras propias manos
fueron puestas.
Te las ofrecemos, Señor,
son nuestras faltas.
Ayúdanos Tú, Señor,
ya que nos faltan fuerzas.
Porque débil es la carne
y el mundo nos acecha
envíanos tu Espíritu, Señor,
y llénanos de tu santa fortaleza.
Piedras tan sólo son, Señor,
lo que ofrecemos.
Conviértelas en valles y praderas
donde florezcan tu Amor
y tus promesas para vivir
como hermanos,
tu Realeza.
María de las Mercedes Rodríguez Sáenz
(Ña Pomona)
Pensaba, ¿no es ésta la
semana propicia para allanar mi interior realizando un profundo examen de
conciencia?, ¿el momento adecuado para reconocer mis faltas y errores, suplicar
el perdón, reconciliarme con Dios?. Y, ya sincerada ante el
Altísimo y ante mí misma, orar para que la Luz del Espíritu me marque la conducta
que permita enmendarme, purificarme y abrirme al hermano con mayor caridad y fraternidad
cristiana.
Sólo
quería compartir estas reflexiones en un clima de gratitud y alabanza, y, aprovechar
estas líneas para pedir perdón a todo aquél que de una u otra forma pude haber
herido, aunque haya sido sin intención alguna.
Desde el Corazón de la
Madre, un abrazo fraterno.
María de las Mercedes
Bienvenida Ña Pomona, personaje querible si los hay de Chascomús. Tu meditación nos hace reflexionar a nosotros y, en este tiempo de cuaresma, también a pedir perdón.
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