Belén Efratá,
tan pequeña...
Madrugada en el desierto.El sol comienza a crecer.
La tierna madre camina
contenta con su preñez.
La luna se ha retrasado
pues la quiere proteger.
Baño de plata va dando
al camino que ha de hacer.
La madre joven avanza
pensando en el nuevo ser.
Destino de rey-profeta,
mesías de su Israel
El sol la va acompañando
dorando su manto y piel.
Perfume de lirio casto,
tersura de leche y miel.
La bella madre está orando
por Aquél que va a nacer.
Con alabanzas y salmos
alza su voz a Yahvéh.
Vestida de sol y luna
la virgen ya puede ver,
enmarcado por estrellas,
un pesebre, allá en Belén.
María de las Mercedes Rodríguez Saénz
Nuestra amiga de Chascomús Ña Pomona, con un poema de Navidad.
FOTOGRAFÍA: Sacada de la Web
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