LA ASCENSIÓN
DEL SEÑOR
Tú te elevabas al cielo
y la gente te miraba.
No llegaba a comprender
qué era lo que en Ti pasaba.
Habías muerto y resucitado
y un legado les dejabas,
pero no entendían bien
que eras el Hijo de Dios
que a su casa regresaba.
Ahora que lo entendemos
te damos gracias Señor
por tu gran Misericordia
y te pedimos mi Dios
que desde el cielo proteges,
nos guíes día a día
hasta que llegue la hora
de reunirnos a tu vida.
Elsa Lorences de Llaneza
Publicado en la Liturgia Cotidiana de San Pablo . Mayo 2015
Así sea Señor. Bendícenos cada día. Amén.
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