NUESTRA SEÑORA DE BELÉN DE CUSCO, DISPENSA FAVORES A MANOS LLENAS, Perú (20 de enero)
Se dice que la imagen fue obsequio de Carlos V.
Por consiguiente data de casi la mitad del siglo XVI.
Pero hay una leyenda sobre el lienzo existente en la Catedral del Cusco, conteniendo la pintura de la Virgen de Belén.
La leyenda cuenta que por milagro una caja apareció flotando en las orillas del mar, cerca a los extramuros del presidio del Callao.
Los pescadores sacaron la caja y dentro estaba la imagen de la Virgen, más un aviso que decía “para la Ciudad del Cusco”; trasladada a Cusco comenzó a realizar favores.
La
Virgen de Belén, mas conocida como Filial de Mamacha Belén, es una de
las imagenes que nunca faltan a la tradicional y multitudinaria
procesión de Corpus Christi en el Cusco.
Una
semana antes de la procesión, baja hasta el convento de Santa Clara, en
donde se encuentra con la imagen de San José que viene de la iglesia de
San Pedro.
Ahí
se ultiman los detalles, las religiosas escogen de su valioso ajuar las
joyas que lucirá para la gran fiesta del Cuerpo y Sangre de su Divino
Hijo.
SU HALLAZGO
Su
singular historia que se confunde con la leyenda está inmortalizada en
uno de los formidables lienzos que decoran el interior de la Catedral
del Cusco.
Mandado
a pintar por el célebre obispo y mecenas cuzqueño Don Manuel de
Mollinedo y Angulo, quien aparece en el cuadro arrodillado y con las
manos juntas a sus pies.
Hacia
mediados del Siglo XVI, pescadores del pueblo de San Miguel, llamado
vulgarmente Pitipiti, hallaron flotando placidamente sobre las aguas del
mar Chalaco una caja de madera de grandes proporciones.
La llevaron con la mayor presteza a la orilla, para abrirla y examinar su contenido.
Cual sería su regocijo al encontrar una hermosa talla representando a la Virgen María.
Junto a ella había un sobre con un escrito que decía: "Imatgen de Nuestra Señora de Belen para la ciudad de Cuzco"
El suceso corrió de boca en boca y del Callao la noticia llegó rápidamente a Lima.
Ante
las voces de “milagro”, tanto el Virrey como el Arzobispo tomaron
cartas en el asunto, y luego de investigar lo ocurrido resolvieron
remitir aquel hermosísimo tesoro a la Ciudad Imperial.
Al
llegar la imagen al Cusco la alegría no fue menor, y por disposición
del Señor Obispo se echaron las suertes para determinar cuál sería el
templo que le guardaría.
Al salir electa la iglesia de los Reyes Magos, ésta cambió a partir de entonces su nombre por el de Nuestra Señora de Belén, en testimonio por tan gran dicha.
Algún
tiempo después, durante una fuerte sequía que asoló aquella pródiga
tierra, la ciudad que la había jurado como Patrona resolvió invocar la
piedad de tan dulce Señora.
Por tal motivo fue sacada en procesión.
Ya
de regreso a su Templo, se desató una copiosa lluvia que cubrió a todos
de felicidad, mas al cruzar un puente la imágen casi se precipita al
agua, si no fuera porque Selenque, un jóven de vida disoluta, ayudó en
este trance.
Esa
misma noche, cuando Selenque pasó cerca del cementerio, vio a Cristo en
un Tribunal y a los demonios que pedían justicia contra varias personas
del lugar y contra el, a quien se lo querían llevar.
Pero también vio a la Virgen que intercedía por el.
Le
pedía de rodillas a su divino Hijo que permitira que Selenque cambiara
de vida, ya que había ayudado a cargar su Sagrada imagen .
El joven entonces se convirtió.
“La
Virgen no ha cesado, desde entonces, de dispensar a manos llenas sus
favores y ha sido y continúa siendo el refugio de los pecadores, el
remedio de los enfermos y el consuelo de los afligidos”
En prueba de ello, el 8 de diciembre de 1933, en
medio del repicar de las viejas campanas, del tronar de los cañones y
de las aclamaciones de la multitud, el Arzobispo Pedro Farfán Pascual ciñó sobre sus sienes la corona de oro que en eterna gratitud le ofrendaron sus hijos del Cusco.
Junto a la historia de Nuestra Señora de Cusco te envío el link de un video de la Reyna de Belén o Mamacha de Belén.
Que Nuestra Señora de Belén nos proteja, proteja a Nuestro Pueblo Argentino.
Bendiciones
Aída Martha Castelan
Eres una colaboradora de aquellas. Todo lo tienes en cuenta Aída. No se como agradecerte. Bendiciones. Elsa.
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