Es el clavel en Sevilla que se
encuentra por millares,
adornando los altares de Jesús que en
una cruz
con gran saña fue clavado, mansamente
se entregó
por redimir nuestros pecados.
El pueblo a sus Patronos festeja, con
los pies
y con las manos, marcando el ritmo
de alegres cantos gitanos.
como sentido homenaje de su fe tan
popular,
que la tradición cristiana por siglos
ha mantenido.
El clavel es un piropo florido, que al
paso de la Virgen
sus hijos van arrojando en todo su
recorrido.
dando gracias la veneran por los
bienes recibidos,
por donarnos a Jesús, el regalo más
querido.
El clavel es oración, es alegría y es
canto,
es emoción manifiesta que sale del
corazón
y se expresa para el Santo.
No hay balcón sin un mantón en las calles
de Sevilla,
ni macetas sin claveles, que a la
Virgen Macarena
dan con cariño sus fieles.
Raquel Olay de Leanza _
Café Literario de Neuquén.
“Refugio del silencio y la Palabra”
Y Olé Raquel. Bendiciones por bulerías.
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