La exploración de cómo eran las bodas en Tierra Santa en el primer siglo de nuestra era tiene su importancia pública.
Para conocer cómo habrá sido la boda entre María y José, y la de sus padres.
Y por tal motivo es un tema que se ha estudiado mucho.
Catalina
Emmerich tuvo una visión de esa boda y dice: Las bodas de María y José
que duraron de siete a ocho días se celebraron en una casa que se
encontraba muy cerca de la montaña de Sion, que se alquilaba para
fiestas de este género.
Además de las maestras y las condiscipulas del Colegio, asistieron a esa boda muchos parientes de Ana y Joaquín.
Las bodas fueron solemnes y suntuosas se sacrificaron muchos corderos en sacrificio.
Para comprender el sentido comunal de la familia en
aquella época, hay que partir de la base que la palabra familia tenía
un significado más amplio, tanto en arameo como en hebreo que hoy.
Y podían utilizarse para referirse a aquellos que eran hermanos, medios hermanos, primos, e incluso otros parientes cercanos.
Las redes familiares extendidas eran esenciales para la supervivencia.
Tener estos lazos y depender de ellos era el deber de toda familia judía. Y una necesidad absoluta para la supervivencia.
EL MATRIMONIO
El matrimonio, por supuesto era el corazón de la familia.
La
primer orden que Dios le dió a Adan y Eva fue que un hombre deje a su
padre y su madre y se una a su esposa, que los dos deben convertirse en
uno, y que deben crecer y multiplicarse.
Los rabinos antiguos decían que un hombre no era tal hasta que El lo hacía.
Sin
embargo en la época de Jesús había hombres y mujeres que vivian una
vida célibe, con el fin de ser particularmente libres para servir a
Dios.
Ya sea mediante el estudio de La Torá, la enseñanza o participar en una gran obra para el Pueblo de Dios.
Jesús
u Pablo parece pertenecer a esta categoría, Jesús alabó a los que lo
hacían en Mateo 19, como lo hizo Pablo en 1 Corintios 7.
En
los primeros años de Jerusalem parece haber habido una cierta
tolerancia hacia la poligamia a pesar de ser una salida a lo que Dios
había establecido.
Muchos lo pasan por alto dado la urgente necesidad de hacer crecer la familia de Dios, el Pueblo elegido.
Los hombres a menudo eran asesinados en la guerra, y esto llevó a una gran cantidad de mujeres necesitadas de marido.
En general solo los hombres ricos podían darse el lujo de tener mas de una esposa.
Y aunque la Biblia no condena explicitamente a los poligamos, si lleva a mostrar que la poligamia ha llevado a problemas.
No necesariamente entre las mujeres que participan, sino entre hijos sobre derechos de herencia etc.
Por
el tiempo de Jesús la poligamia había disminuído en gran medida, si no
desaparecido por completo. Simplemente no hay mención de la práctica en
el Nuevo Testamento.
Jesús también llamó a cada hombre que debe amar a su esposa y prohibió otras indulgencias mosaicas en el matrimonio.
El re-propuso el plan original de Dios de un hombre y una mujer hasta que la muerte los separe.
MATRIMONIO Y COMPROMISO
El matrimonio tenía lugar a una edad muy joven para los antiguos judíos.
La
mayoría de los rabinos propusieron la edad de 18 año para los nombres,
aunque a menudo un poco mas joven, especialmente cuando la guerra era
menos común.
Las
mujeres se casaban casi tan pronto como estuvieran fisicamente listas
para el matrimonio, a la edad aproximada de 13 o 14 años.
En la mayoría de los casos los matrimonios eran arreglados por los padres para los hijos.
Sin
embargo hay excepciones y los matrimonios concertados rara vez
obligaban a los jovenes que no se tenían ninguna atracción o interés.
Sin
embargo, en el mundo antiguo, e incluso en muchos lugares hoy en día,
era que el matrimonio no era tanto sobre el amor y el romance, sino una
cuestión de supervivencia.
Ademas, no estaba simplemente en las personas que se casaban, sino que las familias se unían en apoyo mutuo.
Belleza
y romance también eran conocidos y pasaban, pero la vida y la
supervivencia tenían que basarse en fundamentos mas solidos.
Cuando
una futura novia había sido elegida para un hombre joven, ya sea por
sus padres o muy raramente por si misma, le seguía u período de un año
de un llamado "compromiso".
Durante
este tiempo la pareja todavía vivía separada, mientras las delicadas
negociaciones , a menudo prolongadas, iban y venían entre las familias,
como las cuestiones de dote, etc.
El novio o su familia pagaban la dote a la familia de la novia.
El pago se hacía en reconocimiento de la pérdida sufrida por la familia de la novia como un miembro útil que salía de la casa.
También se entendía que parte del dinero iba a la mujer en caso de una muerte prematura de su marido.
Para
ver si la propuesta era aceptada por la novia, el joven servía una taza
de vino a su amada y esperar a ver si ella lo bebía.
La copa representa un pacto de sangre.
Si bebía la copa, ella había aceptado la propuesta y sería prometida.
El jovén daba regalos a la novia y se iba
Antes de abandonar a la novia anunciaría "voy a preparar un lugar para ti" y "voy a volver por ti cuando esté listo"
La practica era que volviera a su casa y preparara una sala de luna de miel Allí.
Esto es lo que está simbolizado por el "jupá" o toldo que es caracteristica de las bodas judías.
Tenía que obtener la aprobación del toldo de su padre antes de que pudiera considerarlo listo para su novia.
Si se le preguntaba por la fecha debía responder "solo mi padre lo sabe".
Mientras la novia se ponía bella y pura para su novio.
LA CEREMONIA DEL MATRIMONIO
Después que el período de esponsales terminaba y todos los acuerdos eran alcanzados y firmados, se podía celebrar la boda.
Las bodas podían extenderse por un período entre cinco y seis días.
Al comienzo de la fiesta, el novio acompañado por sus amigos iba a buscar a la novia a la casa de su padre.
Se
formaba una procesión dirigida por uno de los amigos del novio, que
actuaba como maestro de ceremonias y se mantenía a su lado durante todo
el regocijo.
La
novia era llevada en andas. iba muy bien vestida y mientras se cantaban
cantos de bodas, muchos extraídos del libro del Cantar de los Cantares
Cuando la procesión llegaba a casa del novio, sus padres otorgaban una bendición tradicional
Después de las oraciones, la noche se pasaba con juegos y bailes, el novio tomaba parte en las festividades.
La novia se retiraba a otra habitación con sus damas de honor y amigas.
Al otro día había una comida al final del día en que hombres y mujeres comían separados.
La novia vestida de blanco, rodeada de sus damas de honor se sentaba bajo un dosel, mientras se cataba y se recitaban oraciones.
Durante la noche llega el novio.
La novia dice:
“¡Que
me bese con los besos de su boca! Tus amores son un vino exquisito,
suave es el olor de tus perfumes, y tu nombre, ¡un bálsamo derramado!;
por eso se enamoran de ti las jovencitas.
¡Llévame!
Corramos tras de ti. Llévame, oh Rey, a tu habitación para que nos
alegremos y regocijamos, y celebremos, no el vino, sino tus caricias.
¿Cómo podría no quererte?” (Cantar 1: 2-4).
Y el novio responde:
“Levántate,
amada mía, hermosa mía, y ven. Paloma mía, que te escondes en las
grietas de las rocas, en apartados riscos, muéstrame tu rostro, déjame
oír tu voz, porque tu voz es dulce y amoroso tu semblante”. (Cantar 2: 13-14).
Al parecer, los de la sinagoga u otros líderes religiosos impartían bendiciones a la pareja, ahora juntos bajo el dosel.
Mas tarde la pareja se retiraba y se consumaba el matrimonio.
Las celebraciones se prolongaban durante varios días.
Fuentes: Catholic-net.
Tomado de Los Foros de la Virgen María.
Espero te interese este tema, me pareció imperdible.
Que María Santísima te abrace y te acompañe.
Aída Martha Castelan
Sí está hermoso. Es una verdadera curiosidad. Mil gracias.
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