POEMA: Eduardo Martínez Zendejas (México) ANCIANA

Con su pasito lento y su mirada triste,
su cuerpo cansado y la enfermedad,
camina con pena una anciana frágil,
que cruza la vida, sin tener lugar.

Hace algunos años vivió en la alegría,
los hijos hacían de rey y juglar,
un marido noble rodó por su vida
haciéndola estrella, de un cielo sin par.

A sus veintitantos nunca pensó en eso,
sonreía a la vida con placer tenaz,
vinieron los hijos, alegría y sueños,
luces en su vida, vida en su soñar.

El tiempo que marca la más dura roca,
marcó con crudeza su destino y paz,
los hijos crecieron, y fueron un sueño,
el más breve sueño, historia falaz.

Creyó firmemente que llegado el día
los hijos le harían tal vez un altar,
mas en su momento, como aves maduras,
dejaron el nido sin mirar atrás.

Y quedó tan sola que hoy marcha muy lento,
presintiendo el tiempo que habrá de llegar,
con sus ojos tristes y sus ilusiones
de tal vez un día, tocar el lugar.

Si, donde se ha marchado el amor añejo,
donde ahora vive, quien la quiso más,
un cielo de luces, de gloria y de sueños,
un lugar tranquilo, donde descansar.

Y ese paso lento nos grita la pauta
que bien deberíamos, así analizar,
lento es el camino, que lenta es la vida,
muy lenta es la muerte cuando ya la esperas,

Cuando ya no tienes, con quien, caminar.

EDUARDO MARTÍNEZ ZENDEJAS

MÉXICO

Bellísimo Eduardo. Y tan real.