A principios del
siglo V, vivió en Edesa, Siria, un mendigo a quien el pueblo veneraba como un
santo. Después de su muerte, un anónimo escribió su biografía. Como ignoraba el
nombre del mendigo, lo llamó simplemente “el hombre de Dios”. Según ese
documento el hombre de Dios vivió en la época del obispo Rábula, quien murió en
el año 436. El mendigo compartía con otros pares la limosna que recogía a las
puertas de las Iglesias. Su fiesta se celebra el 17 de julio.
Fuente: La liturgia cotidiana, Ed. San Pablo
No hay comentarios:
Publicar un comentario