Aquí estas...
entregado
a los que amas,
acaricias con tu mirada
al niño y tu mundo cambia.
El niño te mira
tú penetras en su alma
y la bendices una y otra vez
hasta calmar tu tristeza
y darle tu alegría.
Otra ternura
busca calidez
en tu hombro
a todos recibes
a todos consuelas.
Que espíritu sagrado
se expande dentro tuyo
sale al mundo de mil colores
y te irradias
como una luz que resplandece
hasta el ocaso de cada día.
Desde el papel
tu misteriosa energía
nos atropella y
nos deja embelesados
y sin aliento.
Allí vamos....
por el mundo de tu mano.
arrúllanos con tu voz
para que la noche
nos alcance serenos, felices,
en paz.
Autora
Inés Gallardo Grau
Gracias Inés. Realmente bello y enternecedor. La mirada de ese niño lo dice todo. Bendiciones.
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