LA DESPEDIDA
Entre
las sombras últimas de la noche y la tenue claridad del día, mi madre
me despide en el umbral de la casa, sus manos que supieron de tantas
caricias, buscan impacientes la orilla de su manto para borrar de ese
rostro tan amado unas lágrimas que no puede ocultar.
Nuestro
abrazo es cálido, infinito, el beso demorado no quiere anunciar la
despedida, nos miramos con ternura, imaginando un pronto regreso.
Comienzo a alejarme, la miro con insistencia hasta que su figura es una mancha celeste al final del camino.
El
silencio y la soledad envuelven mi travesía, deseo con nostalgia que
estuviera a mi lado para escucharla cantar mientras compartimos la
alegría de estar juntos.
No sé si volveré a verla, mi camino me lleva a destinos impensados, pero conocidos.
El calor es agobiante, detengo mi marcha, el agua fresca y la sombra de un olivo alivian mi cansancio.
Con
las primeras sombras del atardecer me acerco al caserío, los amigos me
esperan en la puerta de sus casas, me abrazan, siento tanto amor por
ellos que no cabe dentro mio tanta felicidad.
Compartimos noches, risas, ese es mi mundo, ese es el que quiero, pero sé que no será por mucho tiempo,
presiento tristes días por venir, pero ahora todo es bello!
Ha llegado el día que mi Padre eligió para mi, un abrazo infinito nos une en la despedida,
veo a las mujeres en los portales de sus casas en actitud de oración,
mientras nos abrazamos cierro los ojos y veo los azules ojos de mi
madre, en la distancia la beso, y cuando los abro, mi mundo es otro...
Autora
Inés Gallardo Grau
Excelente recreación Inés. Te lo agradecemos mucho.
FOTOGRAFÍA: LA VIRGEN DE LA MACARENA (SEVILLA-ESPAÑA)
COLABORACIÓN: Manuel Llaneza
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