Ojitos tiernos, profundos
alegres, divertidos
vistazo lleno de códigos
para mí, ya conocidos.
Ellos son, musa inspiradora
me dejan adivinar
cuando quieres jugar con dante
andar en patín o quedarte a cenar.
Con
cuatro años, en el jardín
amontonar hojas era tu fin
las pisabas y el ruidito
sonaba
como pan fresquito.
Por el recuerdo de aquellos años
cuando, eras chiquitita
afloran
lágrimas en mis ojos
al descubrirte tan mujercita.
No me puedo más extender
tengo que preparar el hilado
para enseñarte a tejer
sentada
a tu lado.
No te hablé del amor
que en mi corazón atesoro
es igual al tuyo
que con mis besos valoro.
Victoria te regalo
los versos de esta poesía
que me pediste aquel día
jugando en la galería.
Leonor Ase de D´Aloisio
Qué hermoso cuando los poetas expresan sentimientos hacia un ser querido tal como lo hace Leonor que, además nos hace conocer a Victoria, su nieta en una hermosa foto.
Gracias a las dos.
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