SOLEDAD
Me acechas permanentemente
a cada paso te encuentro
Soy un pobre infeliz resignado
Haga lo que haga diga lo que diga
en mi camino te asomas y entristezco.
¿Qué pecado cometí que estoy confinada al
destierro?
Rebélame Señor aunque sea un amigo
Sé que contigo puedo contar siempre
Te hablo, me escuchas, me aconsejas a mi
inconsciente
Cuento todo esto que me pasa
Me siento solo, a solas o acompañado
El vacío existencial es el mismo.
¿Por qué te fuiste tan pronto mamá?
Te necesito
Sólo Dios sabe cuánto te necesito.
Los hambrientos de amor experimentan esto
porque se sienten solos/
La soledad se alimenta de dulces,
chocolates, helados
mate dulce, miel, alfajores, engaños para
calmarla /
La soledad pesa y mucho aquí en el corazón
y en la balanza
Enfermedad de estos tiempos difícil
erradicarla
Somos autómatas individualistas ya ni los
hijos nos dan pelota /
Algunos pertenecemos a “familias islas”
cada grupo por su lado
Me siento como cuando me caía y encima me
pegaban
No sé cuál dolor era más potente si el del
porrazo o la cachetada.
¿Dónde están los amigos del barrio? Los
amigos de antaño…
María Andrea Gil
DIÓCESIS DE NEUQUÉN