FIESTA DE TODOS LOS SANTOS CONOCIDOS Y DESCONOCIDOS (1 de Noviembre)
El Día de Todos Los Santos es una tradición cristiana.
Es instituida en honor de Todos los Santos, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV.
Para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles.
En ella se venera a todos los santos que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico.
En los países de tradición católica, se celebra el 1 de noviembre.
Mientras en la Iglesia Ortodoxa el primer domingo después de Pentecostés .
También la celebran las Iglesias Anglicanas y Luteranas.
La Iglesia nos manda echar en este día una mirada al cielo, que es nuestra futura patria.
Para ver allí con San Juan, a esa turba magna, a esa muchedumbre incontable de Santos, figurada en esas series de 12,000 inscritos en el Libro de la Vida.
Con el cual se indica un número incalculable y perfecto.
Y procedentes de Israel y de toda nación, pueblo y lengua
Los cuales revestidos de blancas túnicas y con palmas en las manos, alaban sin cesar al Cordero sin mancilla.
Cristo,
la Virgen, los nueve coros de ángeles, los Apóstoles y Profetas, los
Mártires con su propia sangre purpurados, los Confesores, radiantes con
sus blancos vestidos, y los castos coros de Vírgenes forman ese majestuoso cortejo.
Integrado por todos cuantos acá en la tierra se deshicieron de los bienes caducos y fueron mansos, mortificados, justicieros, misericordiosos, puros, pacíficos y perseguidos por Cristo.
Entre
esos millones de Justos a quienes hoy honramos y que fueron sencillos
fieles de Jesús en la tierra, están muchos de los nuestros, parientes,
amigos, miembros de nuestra familia parroquial, a los cuales van hoy
dirigidos nuestros cultos.
Ellos adoran ya al Rey de reyes y Corona de todos los Santos y seguramente nos alcanzarán abundantes misericordias de lo alto.
LOS TRES ESTADOS EN LA IGLESIA
1- La iglesia peregrina en la tierra, estos somos nosotros hasta el día de nuestra muerte.
2- La iglesia purgante (en el purgatorio), son los difuntos que aun no han ido al cielo. Por estos oramos el día de los difuntos, el 2 de noviembre.
3- la iglesia triunfante, ya glorificada en el cielo, estos son los santos que celebramos el 1 de Noviembre.
“Así pues, hasta que el Señor venga en su esplendor con todos sus ángeles y, destruida la muerte, tenga sometido todo, sus discípulos, unos peregrinan en la tierra; otros ya difuntos, se purifican; mientras otros están glorificados, contemplando ‘claramente a Dios mismo, uno y trino, tal cual es.” (LG #49)
Dice el Catecismo de la Iglesia Católica, citando L.G. #49:
“Como
todos los creyentes formamos un solo cuerpo, es decir, (los del cielo y
los de la tierra), el bien de los unos se comunica a los otros… es, pues, necesario creer que existe una comunión de bienes en la Iglesia.
Pero el miembro más importante es Cristo, ya que Él es la cabeza…
Así, el bien de Cristo es comunicado a todos los miembros, y esta comunicación se hace por los sacramentos de la Iglesia”.
“La
unión de los miembros de la Iglesia peregrina con los hermanos que
durmieron en la paz de Cristo de ninguna manera se interrumpe.
Más, aún, según la constante fe de la Iglesia, se refuerza con la comunicación de los bienes espirituales”.
¿Qué significa esta cita de Lumen Gentium?
1 Los Santos interceden por nosotros
Como ellos están más íntimamente unidos a Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad… no dejan de interceder por nosotros ante el Padre.
Presentan por medio de Jesucristo, los méritos que adquirieron en la tierra a través de sus vidas de santidad, de virtud, de buenas obras y de sufrimiento. Su solicitud fraterna ayuda, pues nuestra debilidad. (LG #49)
2 La comunión de los santos
No
sólo veneramos el recuerdo de los del cielo como modelos nuestros,
sino, sobre todo, para que la unión de toda la Iglesia en el Espíritu se
vea forzada por la práctica del amor fraterno.
Dice San Bernardo Abad, en uno de sus sermones (oficio del día de todos los santos):
Los santos no necesitan de nuestros honores, mas sin embargo, la veneración de su memoria redunda en provecho nuestro. Despierta en nosotros dos deseos:
1. El de gozar de su compañía, tan deseable, y de llegar a ser conciudadanos con los bienaventurados,
santos, patriarcas, mártires, apóstoles, confesores, las vírgenes, para
resumir, asociarnos y alegrarnos juntos en la comunión de todos los
santos.
2. Que como a ellos, también a nosotros se nos manifieste Cristo, que es nuestra vida, y que nos manifestemos también nosotros con él, revestidos de gloria.
3 La comunión con los difuntos
“La
Iglesia peregrina, perfectamente consciente de esta comunión de todo el
Cuerpo místico de Jesucristo, desde los primeros tiempos del
cristianismo honró con gran piedad el recuerdo de los difuntos y
también ofreció por ellos oraciones – pues es una idea santa y
provechosa orar por los difuntos para que se vean libres de sus pecados –
(2 Ma 12:45)” (LG 50).
Nuestra oración por ellos puede no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión en nuestro favor.
Conclusión
“Creemos
en la comunión de todos los que peregrinan en la tierra, de los que se
purifican después de muertos y de los que gozan de la bienaventuranza
celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia.
Y creemos
igualmente que en esa comunión está a nuestra disposición el amor
misericordioso de Dios y de sus santos, que siempre ofrecen oídos
atentos a nuestras oraciones” (SPF 30)
QUIENES SON LOS SANTOS
La Ighlesia llama "Santo" a aquello que está consagrado a Dios.
La
Iglesia Católica ha llamado "Santos" a aquellos que se han dedicado a
tratar de que su propia vida le sea lo mas agradable posible al Señor.
Hay unos que han sido “canonizados”, o sea declarados oficialmente santos por el Sumo Pontífice, porque por su intercesión se han conseguido admirables milagros.
Y porque
después de haber examinado minuciosamente sus escritos y de haber hecho
una cuidadosa investigación e interrogatorio a los testigos que lo
acompañaron en su vida, se ha llegado a la conclusión de que practicaron las virtudes en grado heroico
Los santos “canonizados” oficialmente por la Iglesia Católica son varios millares.
Pero existe una inmensa cantidad de santos no canonizados, pero que ya están gozando de Dios en el cielo.
A ellos especialmente está dedicada esta fiesta de hoy.
La Santa Biblia afirma que al Cordero de Dios lo sigue una multitud incontable.
Que los Santos a quienes siempre oramos nos ayuden a nuestra propia santificación.
Bendiciones
Aída Martha Castelan
Amén amiga, Amén. Bendiciones.
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