JOSE
Humilde carpintero
trabajaba la madera
entre clavos y martillos
un banquito, una silla...
con ello sustentaba
a su pequeña familia.
Sus sueños modelaban
una casa mejor
puertas, ventanas nuevas
mientras Jesus chiquito
con curiosidad lo contemplaba.
Observaba los rulos de viruta,
el aserrín que todo empolvaba
queria ser como su padre
al que, de a ratos, ayudaba.
Lo que Jose no sabia
ni María tampoco
que de esas mismas maderas
seria hecha la cruz
donde morirìa Jesús.
Aun asi, parecia presentirlo
muchas veces tristemente
miraba el horizonte,
el, ya no estaría allí, físicamente.
Mas, en la cima del Tabor
sería la cita con su hijo,
lo volveria a ver glorioso,
un volver a revivir
para nunca mas morir.!
María Etelvina Gimenez
Paraguay
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