MUJER
A Zulemadre.
El hombre conoce,
por la mujer, las mejores enseñanzas.
Una mujer gesta
a luz, ofrenda el alimento encarnado,
señala el alba
de los pasos, enseña la palabra originaria,
persuade al
íntimo alfabeto, entrega la providencia de sus manos,
ilumina con la
oración redentora, sustenta la infancia decisiva.
El hombre con una
mujer aprende a hacer el amor:
por una mujer, es
vertiente y simiente:
arado y semilla,
rastro y rostro,
gene y signo,
presencia y herencia.
Una mujer lo vuelve
hijo y lo funda padre.
La poesía
suprema sucede en el vientre de una mujer:
una mujer es el
espejo del hijo, donde se mira el padre.
Paz y verdad,
victoria y gracia,
justicia y
belleza, templanza y paciencia, misericordia y luz,
tributan de su
matriz,
abrevan de su
natividad.
Una mujer es la
música de la especie,
la cadencia del
cromosoma,
la voz de la
intuición.
Una mujer es
tierra erguida,
María, de pie
ante su destino,
Magdalena, de
frente al misterio,
la unánime anónima
ante el designio.
Salve Mujer, Nombre
de la Vida.
Bosquín Ortega
Mil gracias Bosquín. Hermoso poema. Como siempre.
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