La vida
es un
milagro,
La muerte,
un misterio.
Cada día que
comienza,
renacemos.
Se renueva
el milagro
de existir.
Mas cuando
se
acercan las
oscuras sombras
de la noche,
nos sumergimos
en la
profundidad del misterio.
En sueños
batallamos,
gozamos,
morimos,
nacemos.
Resucitamos.
Día a día,
noche a noche
repetimos el
milagro.
Nos
internamos un poco más
en la
hondura del misterio.
La definición de misterio dice que se refiere
a toda cosa muy recóndita que no es posible comprender. Proviene del griego mysterion. Cuando este término aparece
en la Biblia quiere expresar el plan que Dios tiene para liberar al ser humano
de todo lo que le causa dolor e impide su felicidad. Este misterio se realiza
en la persona de Cristo.
Por otra parte se considera milagro al acto
del poder divino superior al orden natural. El milagro supone la suspensión de
las leyes naturales.
Desde que nace el destino del hombre es la
muerte, el cuándo y el cómo sólo Dios lo sabe.
El nacimiento de un ser produce la sensación
de estar frente a un milagro. Durante la concepción la unión perfecta, tanto
física como espiritual, entre hombre y mujer fruto del amor (aunque a veces
esté ausente) da origen a un nuevo ser diferente de quienes lo engendraron. Aun
habiendo sido partícipe directa en tan maravilloso acto, sólo cabe el asombro y
la sensación de pequeñez y humildad ante la perfección de la generación de la
vida humana. De la unión de sólo dos células comienza a desarrollarse lo que
luego será un ser humano con toda su complejidad anatómica, fisiológica,
psicológica y espiritual.
¿Es posible comprender como surge la vida?
Los avances de la ciencia han aportado muchísimo a la comprensión del mismo, y
de hecho en la actualidad se pueden crear embriones en un laboratorio. Pero
¿quién pone alma a ese embrión? ¿puede desarrollarse el embrión fuera del seno
materno? Hasta el momento esto no es posible.
Nuevamente entonces este milagro se convierte
en misterio. Un ser se desarrolla dentro de otro ser y al ser expulsado al
mundo descubrimos la mano de Dios: un ser humano pequeñito completo surgido de
dos células microscópicas.
Si hay vida también hay muerte. Pero, ¿qué es
la muerte? ¿Cómo puede ser que de pronto y por diferentes causas el cuerpo
queda inerte? ¿Qué sucede en la muerte? ¿A dónde va aquello que movía al
cuerpo, aquello que amábamos, eso que nos abrazaba?
¡Qué misterio! ¿Será acaso que es el modo en
que nos liberamos de lo que nos causa dolor e impide la felicidad? Si fuese así
se ajustaría a la definición de misterio a la que se refiere en la Biblia. ¿O será un milagro?
¿Al morir se suspenden las leyes naturales? ¿Constituye la muerte una parte de
la ley natural?
Victorina Rivera Rúa ©
Magnífica meditación Victorina. Si me permites voy a completar tu pensamiento con el mío. Considero que la muerte es una ley natural que sigue a la de la vida, pero opino como tú que tanto el nacimiento como la vida son misterios, grandes misterios. Como también el por qué venimos a ella, el por qué, yo soy blanca y otro es negro. El por qué unos nacen en cuna de oro y otros en cuna de paja. Me pregunto muchas veces ¿Qué vine a hacer yo aquí? ¿Qué quiere Dios de mí? ¿Estoy cumpliendo lo que el Señor me mandó a hacer? Preguntas y más preguntas. Espero que algún día las podamos entender. Mientras tanto Victorina ¡Bien venida al Blog! Dios te bendiga. Elsa Lorences