Cristo de la Paciencia
Señor qué
grande es Tu Paciencia entre los hombres
siempre
aguardando un día más su conversión!
¡Y cuán
inmenso Tu Amor que en un instante
olvida
todo el dolor que él te causó!
Y es que
eres Tú, más que Padre, tierna Madre
que nunca
pone condiciones a Su Amor,
que no
limita sacrificios ni pesares
para que
sea feliz el que engendró.
Madre
amorosa que lo perdona todo
y entera
entrega su vida por amor
para que
el hijo descubra que ese gozo
que tanto
anhela lo lleva en su interior...
allí
donde Su Luz se hace Presencia,
el templo
en que se nutre el corazón,
el sitio
donde se unen para siempre
el alma
con Aquel que lo creó.
Susana Mirta Piñeiro de Valli
Plottier (Prov. del Neuquén)
mirtapieiro@hotmail.com
Sí que nos tiene paciencia el Señor Susana. Mil gracias por el poema
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