María de Belén
En esta noche santa, en que Dios te ha bendecido
contemplo tu rostro Madre, el Salvador ha nacido!
por obra del Santo Espíritu, por tu hágase
Él, es sangre de tú sangre, hueso de tus huesos,
noches y días en tus entrañas lo cobijaste
hoy te has convertido en madre
en mi quimera veo la incertidumbre de los animales
esa noche tan distinta de las que siempre fueron rutina
percibo el frío, de ese invierno helado
que sentiría José tomando al niño en sus brazos
seguro que con tus ojos, apenas húmedos de emoción
lo acariciabas con la mirada.
Estaban los dos solos teniendo a Dios en sus brazos
palpitarían sus corazones o se pausaron para abrazarse
ese fue un instante único regalo, para ustedes.
María y José en esta Navidad,
distinta , que el mundo está viviendo
nos detenemos como nunca lo hicimos, en las emociones de ustedes
elegidos por Dios para ser padres del Emmanuel prometido.
Leonor Ase de D´Aloisio
Verdaderamente Leonor, has descripto ese momento como muchos lo pensamos. En la Biblia nos presentan figuras con palabras pero no con sentimientos y a veces las queremos vivenciar y no podemos. Hermoso lo que escribiste. Bendiciones. Feliz Navidad.
Elsa lorences de Llaneza
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