VIVIR
Yo te invoco, oh Dios de verdad,
de quien huir es perderse,
a quien regresar es resucitar,
en quien habitar es vivir.
Dios, a quien ninguno pierde,
si no se engaña a sí mismo;
a quien ninguno busca,
si la gracia no lo guía,
a quien ninguno encuentra
si no es puro.
Dios, a quien abandonar
es como morir,
a quien esperar es como amar,
a quien intuir es como poseer.
Dios, a quien nos empuja la fe,
a quien nos conduce la esperanza,
a quien nos une la caridad.
San Agustín (siglo lV)
Mil gracias Eva Lucero de Ortega por dejarme compartir esto tan hermoso de San Agustín. Dios te proteja.
Elsa Lorences de Llaneza
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