La
familia es el pilar sobre el que Dios construyó el camino a la
santidad, a la salvación de nuestras almas. Y es sencillamente ese el
motivo por el que el demonio ataca a la familia en estos tiempos de
batalla espiritual.
Las teorias sobre nuevos tipos de familias distintos al
hombre y la mujer, el aborto, las drogas, el alcohol y hasta la
eutanasia, son ataques directos a nuestra fe.
Hoy mas que nunca debemos consagrar a nuestras familias a
la protección de Dios, y Su Madre Santisima. Que ellos protejan a
nuestros hijos de la influencia de quienes los rodean, del mundo, y los
conserven en la fe. Y si estan alejados, que los traigan nuevamente a
los Brazos del Señor, y de Su Madre.
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