EN
LA TARDE
En la tarde de este domingo, que agota su tiempo y
pinta de colores las nubes errantes; y mientras se disipa la luz : te espero…
Te estoy esperando como un árbol desnudo, te espero
mirando el horizonte lejano, en esta tarde gris y polvorienta.
Te estoy esperando sediento de tu amor, de tu
mirada. Te espero como la tierra seca, como la semilla que necesita del agua
que le dará vida.
Te espero con las manos vacías, pero con el corazón
abierto, sin puertas, sin ventanas, poblada de soledades extendidas a lo largo.
Te estoy esperando como un árbol desnudo, sin hojas,
sin retoños, sin fruto macerado de angustias y dolor; sé que llegarás un día, y
nos volveremos a ver, a reconocerte, a experimentar nuevamente que la vida
tiene sentido.
Como las flores esperan la primavera, te espero,
para esparcir colores y perfumes y ser fruto y semilla y espera nuevamente.
Espero el viento de tu llegada, para ir sin rumbo
por los ríos de calles y navegar allá donde me lleves, para ser lo que Tú
quieres que sea.
Sembraras palabras tuyas, signos de encuentros, de
disponibilidad y de servicio y nadie
reparará en mí, será siempre a Vos quién
vean que, te asomas radiante, sereno,
perfecto, para regalarme nuevamente la risa, los abrazos, la mano tendida y el
amor sin medida.
Ramón Delgado
Hermoso Ramón. Mil gracias por tu colaboración. Elsa.
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