PANAGIA PORTAITISSA, UNO DE LOS ICONOS MAS MILAGROSOS(24 de nov., 25 de feb., 9 y 26 de oct.)
El Icono de la Virgen de Iver o Panagia Portaitissa originalmente se considera pintado por San Lucas.
Y tiene una larga fama de milagros.
Es tradición su lacrimación en las Iglesias Ortodoxas.
A
fines de la decada del 50 y comienzos de la del 60, en los EE.UU., en
el seno de una familia griega que pertenece a la Iglesia Griega surgió
un Icono de la Virgen de Iver que lloraba.
El caso más notorio es el de un Icono, del que José Muñoz (Ortodoxo Ruso) es su custodia, que exhala aceite santo desde la década de los ’80 en Montreal y donde éste lo lleve.
Aquí hay algunos pasajes de un reportaje de 1983.
En diciembre de 1986 el New York Times da cuenta de un
“Icono de la Virgen de Iver que atraía multitudes en una pequeña iglesia Ortodoxa de Chicago.
El
icono rojo y dorado, de 0,90 x 1,50m (3 x 5 pies) está pintado sobre
una tela pegada a una gruesa madera terciada de 1,25m m de espesor, y
fue pintado hace 23 años por Constantino Youssís, un artista de
Manhattan”.
HISTORIA DEL MILAGROSO ICONO
El
primer Icono de Iver (Iver o Iveria) que ahora se conserva en un
Monasterio en el Monte Athos, Grecia, fue pintado según la tradición por
el apóstol y evangelista Lucas.
En el Siglo IX el icono estaba en casa de una viuda que vivía cerca de Nicea.
Esta
ciudad de Asia Menor que no existe hoy en día, se hizo famosa debido a
los dos Concilios Ecuménicos que se llevaron a cabo allí.
Entre
otras cosas, en el último Concilio (séptimo en orden numérico y segundo
celebrado en esa ciudad), después de luchar largo tiempo contra los
iconoclastas, se logró restablecer la veneración a los iconos.
Durante
el reinado de Teófilo (Emperador de Bizancio quien estaba en contra de
los iconos), cierta vez los soldados entraron en casa de la viuda para
confiscar todos los iconos.
Entre ellos estaba el de la Virgen María, pintado por el Apóstol Lucas, que ocupaba un lugar preponderante.
Uno
de los soldados asestó un golpe al icono con su espada y al instante
salió sangre de la mejilla de la Virgen María de ese lugar.
Profundamente
conmovido por este milagro, el soldado se arrepintió de haber cometido
ese sacrilegio, dejó de apoyar la herejía que iba contra los iconos y al
poco tiempo se recluyó en un monasterio, donde posteriormente se hizo
monje.
Siguiendo
los consejos del soldado arrepentido, la viuda decidió ocultar el icono
de la Virgen María para protegerlo contra posibles ultrajes posteriores
y después de orar, lo
colocó sobre las aguas del mar, alegrándose mucho cuando el icono se
paró en forma vertical y comenzó a desplazarse hacia el oeste por las
aguas.
Escapándose
de la herejía de los iconoclastas el hijo de la viuda dejó Nicea y se
instaló en Athos, donde pasó el resto de su vida como monje.
Precisamente de él los monjes de Athos escucharon hablar sobre ese
icono, que su madre había dejado ir por las aguas del mar.
Los monjes de Athos conservaron durante mucho tiempo esa leyenda sobre el milagroso icono.
Muchos
años mas tarde el Icono apareció de repente, como dice la tradición de
Athos, rodeado de fuego en las cercanías del monasterio de Iver.
Por aquel entonces en el monasterio de Iver vivía el Santo Monje Gabriel, quien era de procedencia georgiana.
La
Vigen María se le presentó en sueños y le indicó que le dijera al Abad y
a los hermanos del monasterio que Ella deseaba darle su Icono como
ayuda y protección.
Y solicitó a Gabriel que se dirigiera sin temor, caminando por el agua hacia el icono y que lo tomase en sus manos.
Cumpliendo las indicaciones de la Madre de Dios, dice la tradición, Gabriel caminó por el agua, como sí lo hiciera por tierra firme, tomó el icono y lo llevo a la orilla.
El icono fue llevado al monasterio y colocado en el altar.
Al
día siguiente los monjes no lo hallaron en el mismo lugar; lo
encontraron en la pared sobre el portón de entrada del monasterio.
Volvieron a colocar el icono en el altar, pero al día siguiente otra vez volvió a estar arriba del portón de entrada.
Esto
se repitió varias veces, hasta que la Virgen María le reveló a Gabriel
en sueños que no deseaba ser protegida por los iconos, sino que quería ser Ella la Protectora del Monasterio.
Consiguientemente se construyó una Iglesia en la entrada del portón principal, donde se conserva el icono hasta hoy en día.
Por
estar en el monasterio de Iver, el icono fue denominado Virgen María
del Iver y su ubicación, Portatitissa, cuidadora del portal.
Los peregrinos al Monte Athos llevaron a Rusia noticias sobre el icono ortodoxo de Iver.
En
el siglo XVII un Archimandrite del monasterio de Novosspassky en Moscú,
Nikon (el futuro Patriarca), se dirigió al abad del monasterio de Iver
solicitándose que envíe a Rusia una copia del milagroso icono de Iver,
lo que fue hecho.
Antes
de la revolución (1917) este icono se encontraba en una capilla
edificada cerca de los muros del Kremlin; pero esta capilla fue
posteriormente destruida por la revolución.
EL ICONO QUE EXHALA CRISMA
En septiembre de 1983 se
realizó una entrevista a José Muñoz (Chileno que vive en Canadá), de la
Iglesia Ortodoxa Rusa, cuando el icono de Iver estuvo en el Monasterio
de la Santísima Trinidad, Jordanville, Nueva York, EE.UU. Este icono
exhala aceite santo
Estos son algunos pasajes de la extensa entrevista.
Hace casi un año atrás dos de mis amigos y yo viajamos desde Canadá al Santo Monte Athos.
Yo
tenía muchos deseos de visitar la celda de los Darlileos, en la cual
hay una escuela donde todavía pintan iconos de acuerdo con las antiguas
tradiciones.
Llegamos a la ermita de Kapsokalivia. Al mirar vimos que abajo se veía una ermita muy grande.
Bajamos por la montaña y resulto ser la del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo
El prior de esa ermita nos recibió cálidamente y nos convidó con té y turrón turco en el patio.
Después de eso, cuando ya entramos en el edificio, vi en el taller este icono de la Virgen.
Realmente nunca podré describir lo que sentí cuando lo vi, creo que mi corazón se dio vuelta en mi alma.
Este icono se transformó en algo que quise mucho desde el primer instante.
Como se trataba de un taller donde se pintaban iconos, les pedí a los monjes que me lo vendieran.
Pero me dijeron que precisamente ese icono no se vendía ya que se trataba de uno de los primeros pintados en esa ermita.
Insistí durante mucho tiempo para que me lo vendieran, pero los monjes me dijeron muy cortésmente que no podían hacerlo
A
la noche, cuando estuve en la liturgia, en el momento en que se cantaba
el “Digno Es” me hinqué prosternándome y recé fervorosamente ante la
Virgen María:
“Ya
hice todo lo que humanamente se puede hacer, les ofrecí dinero e
insistí muchísimo ante el prior del monasterio. Madre de Dios, ven con
nosotros igual a América porque te necesitamos.”
Después de esta oración sentí una gran paz interior, como si tuviera la certeza de que la Santísima Virgen accedería a nuestros ruegos e iría con nosotros.
Al terminar la liturgia nos preparamos para salir de la ermita.
Al
momento de irnos apareció el prior con el icono envuelto en papel y me
dijo que la Santísima Virgen quería viajar con nosotros a America.
Cuando
el prior me dió el icono quise entregarle dinero, pero no lo aceptó
pues dijo que, no podía recibir dinero por un objeto sagrado.
El ícono lo pintó el padre Crisostomo.
En
esta ermita hay reglas monásticas muy estrictas y los mojes que pintan
iconos ayunan todo el tiempo que dura la pintura y además mientras se
pinta se leen Salmos.
Subimos al bote y cuando navegábamos en dirección a Dafae, yo escuché una fuerte voz interior que me decía con gran insistencia
“Ve
al monasterio de Iver y coloca tu icono de la Virgen de Iver junto al
famoso icono milagroso de la Virgen en Iver que está en ese monasterio”.
Aceptando las indicaciones de esa voz fuimos al monasterio de Iver y lo hicimos.
Pasaron tres semanas durante las cuales yo todas las noches leía el Acatistos a la Santísima Virgen en Canadá.
Una
noche me desperté alrededor de las 4 de la madrugada y sentí que había
un aroma muy agradable que llenaba toda la casa, no solo mí habitación,
sino toda la casa.
Al
día siguiente, cuando comencé las oraciones matutinas, miré el icono y
vi que de la mano de la Santísima Virgen María salían chorritos que se
dirigían a la parte inferior del icono.
Le
dije a mi compañero que tuviera cuidado cuando echaba aceite dentro de
la lámpara, pues pensé que él lo derramó cuando la rellenó.
Me contestó que no había llenado la lámpara con aceite.
Tomé entonces el ícono y lo limpié y me di cuenta de que el aroma procedía del icono.
Al poco tiempo nos visitó el ieromonje Iríneo y me dijo que había que llevar el Icono a la iglesia, y así lo hicimos.
Al
traer el icono a la iglesia lo llevamos al altar, colocándolo sobre el
“Trono” (en la Iglesia Católica Romana, altar) y el padre Iríneo lo
bendijo nuevamente (el Icono ya había sido bendecido en el Monasterio de
Iver y en Pretato, donde me dieron también permiso oficial sellado,
permitiéndome trasladarlo del Monte Athos).
Del icono colocado sobre el “Trono” durante toda la misa salían chorritos de crisma de la mano del Niño Jesús.
Poco después el Arzobispo Vitaly se enteró sobre el milagro y nos pidió que fuéramos al monasterio.
Cuando
llegamos allí con el icono envuelto en un paño que estaba todo embebido
en crisma, el Arzobispo antes que nada tomó un algodón y lo secó
completamente, sacando de esta manera todo el crisma que había sobre el
icono.
Luego lo tomó y fue con él por todas las habitaciones de los tres pisos del monasterio.
Cuando
volvió nuevamente a la iglesia el icono estaba otra vez recubierto de
crisma y chorreaba por las manos del Arzobíspo, quien se inclinó ante la
imagen y dijo que estaba sucediendo un milagro extraordinario.
Luego se llevo el icono a la catedral.
A partir de ese momento el crisma nunca dejó de brotar, salvo una vez durante la Semana Santa de este año.
El
crisma sale de las manos de la Stma. virgen y de la estrella que se
encuentra en su hombro izquierdo, y solamente a veces de las manos de
Nuestro Señor Jesucristo.
El crisma fluye hacia abajo.
Es
extraordinario que salga solamente del lado donde está la Stma. virgen,
y del Niño Dios, pero no pasa al reverso del icono, donde la superficie
está completamente seca.
Su
excelencia el Arzobispo Vitaly y otras personas me dijeron que este
icono de la Sma. Virgen pertenece al tipo denominado “Odikiriy”
(conductores o guías del camino), los que indican el camino correcto.
Y que el aroma atrae a las personas.
El
mismo icono nos atrae con este aroma tan especial que sale del crisma
que exhala, para que sigamos el camino que nos indica la Madre de Dios.
Lo
que más me llamó la atención durante todos mis viajes por las
diferentes parroquias fue que la Sma. Virgen llegaba al fondo del alma
de las personas.
En todas las iglesias que visitó el icono siempre hubo gran cantidad de fieles que se confiesan y comulgan.
Hace poco estuve en Los Angeles, donde conocí a una señora cuyo hijo falleció en un accidente automovilístico.
Esa
señora estaba acumulando píldoras tranquilizantes que le daba el médico
para tomarlas todas juntas de una sola vez para dejar de existir.
Pero
alguien le dijo que iban a llevar a su parroquia el icono de la Sma.
Virgen del cual emanaba crisma, y cuando ella fue a verlo, se impresionó
tanto que enseguida fue a confesar todos aquellos pecados que estaba
por cometer.
“Me
quería quitar la vida porque pensaba que Dios no estaba con nosotros,
que Dios nos dejó y que la Madre de Dios tampoco está con nosotros. Pero
ahora veo que está aquí con nosotros en nuestra propia iglesia”.
Fueron muchas las curaciones, pero lo que mas me sorprende es que el icono de la Santísima Virgen trae paz
En Los Angeles, después de la misa el Arzobispo Antonio me pidió que me quedara junto al icono mientras él iba a almorzar.
Después nos quedamos en la iglesia hasta las 11 de la noche.
La gente no quería irse. En los lugares donde llega el icono se percibe una gracia especial
Cierto
obispo me decía que el hecho de que el icono a veces exhala más crisma y
otras menos, es un indicio de que no está en nuestras manos regular
este evento, ello sucede debido a la voluntad de Dios.
La Sma. Virgen hace aparecer más o menos crisma cuando Ella quiere.
Pensamos que este hecho depende también de nuestras oraciones ante el icono.
Cuando nuestras oraciones son fervientes, entonces la Madre de Dios nos bendice con abundancia de crisma. Son muy felices las personas que han podido presenciar este milagro.
Fuente: Foros de la Virgen María.
Cuántas maravillas que no conocemos de Nuestra querida Madre.
Que ella te bendiga con sus gracias.
Aída Martha Castelan
Es verdad Aída. Ella nos guíe y nos proteja con su poderoso Manto Amén.
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