Descalzos
Fue un retiro de silencio y meditación, donde también vivimos la experiencia de una caminata contemplativa.
Estaba
de chancletas y en un momento de la caminata me descalcé. Quería vivir
la experiencia del caminar más concretamente y sentir más sensiblemente
el terreno.
Es muy interesante darse cuenta como el caminar con los pies desnudos cambia totalmente la percepción.
Estando
atentos se perciben cantidad de cosas: la piedritas del terreno, el
polvo, la hierba, lo desparejo del terreno y sus ondulaciones... a veces
un poco de dolor si se pisa alguna piedra puntiaguda y otras veces
alivio pisando la suavidad del pasto fresco. Me llamó la atención
especialmente la notable diferencia de temperatura entre donde llega el
sol y donde hay sombra.
Me vino a la mente el pasaje del libro del Exodo en el cual Moisés se acerca a la zarza ardiendo y escucha la voz de Dios: “No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa”. (Ex 3, 5).
Para
percibir a Dios hay que sacarse las sandalias. Desde Jesús (y Buda
antes) y desde una percepción más ajustada de la realidad podemos sin
duda afirmar que todo, absolutamente todo es "tierra santa". Ya
no existe separación entre profano y sagrado. La separación la ponemos
nosotros porque no nos quitamos las sandalias: entonces nuestra
percepción se hace artificial y mecánica.
Para aprender a percibir la Presencia desbordante de Dios hay que desnudarse: soltar miedos, prejuicios, cosas aprendidas, dogmas, catecismos, filosofías, etiquetas. No porque no sirven, sino porque - en un primer momento por lo menos - distorsionan la percepción. Antes hay que aprender a percibir la Presencia, después podemos manejar con soltura y sabiduría todas estas cosas.
Para aprender a percibir la Presencia desbordante de Dios hay que desnudarse: soltar miedos, prejuicios, cosas aprendidas, dogmas, catecismos, filosofías, etiquetas. No porque no sirven, sino porque - en un primer momento por lo menos - distorsionan la percepción. Antes hay que aprender a percibir la Presencia, después podemos manejar con soltura y sabiduría todas estas cosas.
Si
antes no piso la tierra con los pies descalzos, nunca sabré lo que se
siente y lo que significa. Nunca conoceré realmente el terreno.
Una
vez vivida y aprendida la experiencia andar con zapatos puede agilizar
algunas cosas y, cuando lo necesitamos, podemos volver a descalzarnos.
El
aprendizaje de la percepción es fundamental y para eso a nadie les es
ahorrado el desnudarse interior: el silencio y la meditación conducen a
esto.
Sólo desde la desnudez se percibe el infinito. Ya lo había vislumbrado el poeta William Blake: "Si las puertas de la percepción se depurasen, todo aparecería a los hombres como realmente es: infinito."
Sólo desde la desnudez se percibe el infinito. Ya lo había vislumbrado el poeta William Blake: "Si las puertas de la percepción se depurasen, todo aparecería a los hombres como realmente es: infinito."
Caminar descalzo puede doler, pero la libertad y la sensaciones que genera no tiene comparación.
¡Buena caminata!
Mil gracias P. Stefano Cartabia Uruguay: Como siempre ¡Impecable! Felices Fiestas.
Mil gracias P. Stefano Cartabia Uruguay: Como siempre ¡Impecable! Felices Fiestas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario