San
Vicente de Paúl (Pouy, actualmente llamado
Saint-Vincent-de-Paul,
Landas,
24 de abril de
1581 -
París,
27 de septiembre de
1660) fue un sacerdote
francés.
Es una de las figuras más representativas del
catolicismo en la
Francia del
siglo XVII. Fue fundador de la
Congregación de la Misión, también llamada de Misioneros Paúles, Lazaristas o Vicentinos (
1625) y, junto a
Luisa de Marillac, de las
Hijas de la Caridad (
1633). Fue nombrado
Limosnero Real por
Luis XIII, función en la cual abogó por mejoras en las condiciones de los campesinos y aldeanos.
Realizó una labor caritativa notable, sobre todo durante la
guerra de la Fronda, una de cuyas consecuencias fue el incremento de menesterosos en su país.
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Su festividad se celebra el
27 de septiembre. Es patrón de todas las asociaciones de Caridad.
Vicente de Paúl nació en una pequeña casa rural en las afueras de la
aldea de Pouy (que, desde el siglo XIX, se llama Saint-Vincent-de-Paul
en su honor), a unos cinco kilómetros de la ciudad de
Dax, en el departamento de
las Landas, situado al suroeste de Francia. En el lugar de su nacimiento, conocido hoy como
Berceau de Saint Vincent de Paul, se levanta una modesta construcción de ladrillo y vigas de madera muy parecida a la casa en que nació Vicente.
Sus padres fueron Juan de Paúl y Beltranda de Moras (a veces escrito Mora sin "s") en Pouy.
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No existe registro de su nacimiento ya que la inscripción de partidas
no se inició hasta 1648. Abelly dio como fecha de nacimiento el año
1576, pero la mayoría de las biografías modernas decantan por aceptar
que Vicente de Paúl nació en 1581, año propuesto hacia 1920-1925 por
Pedro Coste en París.
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Era el tercero de seis hermanos. La modesta condición de la familia
hizo que muy pronto el niño Vicente tuviera que contribuir con su
trabajo de pastor de ovejas y de cerdos a la economía familiar. Pronto
también dio muestras de una inteligencia despierta, lo que llevó a su
padre a pensar que podía hacer una carrera eclesiástica. Cursó estudios
primarios y secundarios en Dax, y posteriormente filosofía y teología en
Toulouse durante siete años. Estudió también en
Zaragoza.
Se ordenó sacerdote muy joven, a los veinte años, con la intención de
ser párroco de inmediato y así poder ayudar a su familia.
Una serie de peripecias no muy bien conocidas dio con él a los
treinta años en París, donde encontró inicialmente algunas pequeñas
ocupaciones sacerdotales, hasta que por recomendación de un prestigioso
amigo sacerdote, Pedro de Berulle, posteriormente cardenal, entró en
1613 en la importante casa de los señores de Gondi como preceptor de los
niños y posteriormente director espiritual de la señora.
Los viajes por las tierras de los Gondi llevaron a Vicente a un
conocimiento de primera mano de las lastimosas condiciones de vida
materiales y espirituales de la población campesina, y también del clero
parroquial que les atendía con serias deficiencias. Esta experiencia y
su propia evolución espiritual, cuyos perfiles exactos nos son poco
conocidos, le llevaron a un decisión irrevocable de dedicar su vida
sacerdotal, no a la promoción social de su familia o a la suya propia,
cual había sido el caso hasta entonces, sino a la evangelización y
redención de la población campesina y a la formación de sus sacerdotes.
A partir de esa decisión la vida de Vicente mantiene hasta su muerte a
los ochenta años, en 1660, una línea constante de dedicación a la
redención espiritual y material de los pobres.
Su visión, limitada en sus comienzos a la población campesina, se fue
ampliando progresivamente hasta incluir condenados a galeras, enfermos
pobres, niños abandonados, soldados heridos, esclavos, ancianos
desamparados, mendigos, refugiados de guerra o nativos paganos de
Madagascar. Movilizó para ello a sacerdotes (Congregación de la Misión,
Conferencias de los Martes), a hombres y mujeres de la nobleza, de la
burguesía y del pueblo llano (cofradías parroquiales de caridad y Damas
de la Caridad), a jóvenes campesinas (Hijas de la Caridad); a todos
ellos intentó contagiar con su propia visión del Evangelio y su
experiencia cristiana, basada en las palabras mismas de Jesucristo en el
Evangelio de san Lucas:
"El Señor me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres, la
liberación a los cautivos, la vista a los ciegos, la libertad a los
oprimidos".
Querido Santo San Vicente de Paúl: Intercede ante Dios nuestro Señor por toda la gente pobre e indigente para que nunca les falte nada. AMÉN.