Cuando eramos niños
chicas y chicos jugando,
inventábamos juegos
en la plaza a la que un poeta
dedicó su libro "Álamos en el agua". (1)
Muchos años han pasado.
Nos dedicamos a soñar y vivir.
La huella ha quedado
a puro cincel grabada
en la memoria y el alma.
Algunos partieron para siempre
y otros se mudaron a otros lares.
Yo sigo andando y pensando
por aquél mundo ideal
de bancos, canteros y un roble.
Sentado en la plaza
me parece escuchar
las notas de un piano,
que de niño aprendía
con tutelar enseñanza.
Aquél niño es el hombre
que hoy sigue andando,
con el lírico encanto
de un sueño de amor
al fin logrado para siempre...
(1) El poeta Pedro Barbé Aguirre.
Miguel Ángel Migliarini
San Nicolás, 2013.-
DE ALMA MARÍA Y MIGUEL
Gracias amigos de San Nicolás. Muy bueno el recuerdo de lo que es una vida que va pasando.
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