Aguarda la muchedumbre
ansiosa el sagrado
aliento,
mientras murmura la
lluvia
sobre tejados y plaza
mientras bendice la
lluvia
el anhelo del gentío.
Pasó el rayo
tormentoso,
avanzó la espera
certera,
con caridad y
esperanza,
la fe es renuevo
glorioso.
Silencio, la multitud
enmudece.
Una gaviota blanca
llegada del fin del
poniente
confúndese en su vuelo
en despliegue de
abanico,
con la humareda alba.
Mientras el sonido
eterno
de las campanas anuncian
la nueva llegada de
Pedro,
llamándose Francisco.
Norma Strubbia
Gracias Norma por tu colaboración poética recordando el día que asumió nuestro queridísimo Francisco
¡Hermoso Poema! Muy conmovedor. Me sentí parte de esa multitud que enmudece.
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