sábado, 2 de mayo de 2020

PRIMERA PARTE DEL CUENTO. "LA CORONA DEL MAL" ADRIÁN ESCUDERO

LA CORONA DEL MAL
(Ficción Mitológica-Metafísica)
PARTE I/II
A Ray Douglas Bradbury, en honor a su (turbador)  libro “La Feria de las Tinieblas”…

   Con preciso, acertado phatos, aparece oscureciendo el albor del horizonte, Millenium…
   El orden sería restablecido.
   Millenium, hijo indómito de una virulenta orgía lesbiana de Las Furias (de las Tres Erinias, de las Euménides), carceleras y justicieras frutos de la sangre testicular de Urano mutilado por Cronos, que contaminara en el Principio de La Luz a aquella espléndida, estrellada Noche de Gea, y dadas luego al castigo de los impunes, como diestras criaturas en el manejo del látigo de cuero cual daga vindicante. Un anillo de bronce estampaba la frente de los condenados azuzados a la discordia errante por Megera, y perseguidos luego tanto por el ardor vengativo de Tisifone y la incansable represión, hasta la locura por Alecto, de los corruptos mortales herederos  sin más del Inframundo. Como un siniestro anticipo de lo que les esperaba en el Averno…
   Millenium, descendiente directo del linaje de las Tres Terribles -la daga invisible de Hades- luce gozoso, voraz. Magnífico. Aterrador.   Tiene el paso firme y pausado de un tigre estepario. La cabeza de perro de sus madres, ha mutado… Sin embargo, ha conservado –replegadas- sus alas de vampiro y reemplazado, en su cabeza las serpientes de Medusa, por un genoma y ornamento esponjoso y florido en rosa no precisamente hecho de laureles…
   … Y que ahora surge de entre el bosque apartado del valle del Mundo, derrapado por la todopoderosa, omnisciente y omnipresente presencia de lo imprevisto. De lo mal imprevisto. De lo no previsto. De lo siniestro… Viene como enancado sobre flores y espinas, sobre cielos y tierras, desarticulando esferas y revirando planos. Y el Caos reina a su paso. Ínterin, el buen Dios creador se ha sumido en un sueño de ira, que finalmente –oran los templos del Mundo- trastocará en pascual misericordia paterna, filial y redentora.
   Mas, hasta entonces…
   (…)

Adrián N Escudero
 Continúa en PARTE II/II

Gracias por tu colaboración Adrián. Por única vez va la segunda parte del cuento. Dios bendiga tu hacer.

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