VIERNES SANTO
LA PASIÓN
Pam, Pam, Pam.
El ruido del matillo
Clavando tus muñecas.
Pam, Pam, Pam.
El ruido del martillo
clavando a tus pies.
Que dolor Padre amado
me provocan los ruidos,
y sin embargo sigo
calvándote otra vez.
Yo sostengo el martillo
y tu, dulce cordero,
con paciencia infinita,
aún esperando el golpe,
perdonas cada vez.
¿Por qué no te revelas?
¿Por qué un amor tan grande
para conmigo tienes?
¿De qué fibra estoy hecha,
que no comprendo nunca
que haga lo que haga
por mí vas a morir?
Por qué querido Padre,
yo te amo y te dejo,
te ofendo y me arrepiento,
y cuando me doy cuenta
de mi debilidad,
me pongo de rodillas,
y con el rostro en mano
No ceso de llorar.
Elsa Lorences de Llaneza
FELIZ SEMANA SANTA PARA TODOS LOS QUE ENTRAN AL BLOG: DIOS LOS BENDIGA.
ELSA LORENCES DE LLANEZA
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