MONTSERRAT
(CATALUÑA) 27-4-2011
DE MI
VIAJE A ESPAÑA
Hoy nos toca ir de
excursión a Montserrat. Muchas veces me pregunté ¿Por qué justamente hoy?
¿Hicimos tantas excursiones todos estos días y justo hoy Montserrat?
Ustedes se preguntarán el
porqué de esta pregunta. Ya lo van a leer y sacudirán la cabeza y dirán:
Ohhh!!! Ahhh!! Según el caso. Bueno
vamos al introito del meollo.
Llegaron a buscarnos muy
temprano. El viaje iba a ser largo. El Chofer era Alejandro y el guía Paul o
Pol. Nos encantó su gracia para contar las cosas con explicaciones claras,
profundas pero sencillas al mismo tiempo y con un acento catalán muy especial.
El micro era muy cómodo,
con ventanillas tipo mirador por lo que uno podía ver las cosas desde muchas
perspectivas. Apenas nos sentamos los 57 pasajeros que íbamos el guía nos dice:
Hoy es un día que vamos a probar
nuestra paciencia. En Montserrat nos vamos a encontrar con muchísima gente
porque hoy es el día de la Virgen llamada la Moreneta y que en 1881 fue
proclamada Patrona de Cataluña. Si tenemos suerte también podremos oír a la
Escolanía, es el segundo coro de niños del mundo y solo cantan en muy contadas
ocasiones.
Me hice muy chiquita en el
asiento. Las lágrimas saltaron de mis ojos. Otra Diosidad que me era concedida
en esta patria tan querida. Los terribles dolores de mi rodilla Dios los pagaba
con grandes bendiciones.
Mientras viajábamos el
guía nos iba haciendo la reseña del lugar:
El Monasterio que está en
Montserrat queda en el pico San Gerónimo a720 metros sobre el nivel del mar en
una reserva natural con 1500 especies distintas.
En el momento que fuimos
(año 2011) habitaban ese monasterio 80 monjes, que seguían las reglas de San
Benito de Nursia “Ora e labora”. Trabajan en la huerta y haciendo licores.
En el año 888 toman
posesión de la montaña y en 1025 terminan la capilla de la Virgen. Otra de las
reglas de San Benito: “Primero la capilla de la Virgen y luego el monasterio”
Cuenta la leyenda que en
el año 888 unos pastorcitos ven una luz y escuchan una música celestial un
sábado por la tarde. En la próxima semana se repite el misterio por lo que
cuentan al sacerdote de la iglesia del pueblo la experiencia y el cura sube con
los niños y esperan el sábado durante una semana, donde vuelve a ocurrir lo
mismo. Guiándose por la luz se encuentran con una cueva y allí a la Virgen y el
niño. Deciden llevarla a Barcelona y en medio de la montaña el carruaje se para
y no pueden hacerlo arrancar. La Virgen decide quedarse en ese lugar, en el que
está actualmente, en medio de la montaña.
En 1811 Montserrat esconde
armas para España. Francia ataca el Monasterio y los monjes desaparecen. Se
salva el archivo y la Virgen y su niño. En 1812 vuelven los monjes. En 1835 se
declara estado católico confesional . El gobierno expropia las Iglesias.
En Montserrat hay desparramados
tres monasterios cistercienses.
Los Cistercienses son una
restauración de la regla de San Benito. Si bien siguen su regla no son
considerados Benedictinos por eso visten distintos. Los primeros llevan túnica
blanca con escapulario negro sostenido con un cinturón por debajo. Los
benedictinos usan Túnica negra y escapulario blanco.
Bueno volvamos a los
monasterios de Montserrat: Uno es el que vamos a ver, otro desocupado que se
usa para dar albergue a jóvenes (por
aquella época que fuimos) y el tercero de Santa Cecilia de Montserrat. Abadía
benedictina en el que hasta 1954 residió una comunidad de monjas benedictinas.
Es el primer monasterio documentado en la Montaña de Montserrat.
En el siglo XI mejoran la
carretera y la señalización.
En el siglo XIV los monjes benedictinos se
adjuntan a los monjes de Montserrat.
En la Iglesia de
Montserrat hay un coro de 32 niños (chavales como les llaman ellos) de
distintas edades que es el segundo coro más importante del mundo, superado
únicamente por la Escolanía de Viena.
Cuando ya se divisa el
monasterio muy arriba de la montaña, uno se pregunta cómo se subirá hasta allí.
Es entonces que nos hacen bajar del micro y tenemos que subir a un tren de
cremallera que bordea la montaña. Un tren nuevito. Espectacular que tiene una
capacidad para 900 coches y vagones comodísimos con asientos para los turistas.
Así llegamos al
Monasterio: Imponente, majestuoso y la lógica pregunta ¿Cómo hacían los
primeros monjes para llegar a él?
¡Hay tantas cosas para
mirar en Montserrat que no alcanzarían 2 días enteros para mirar todo!. Lamentablemente nos quedaron
sin ver la gruta de la Virgen e ir a lo alto de la montaña con el funicular y
desde allí contemplar el maravilloso paisaje que, decía la gente que había
podido subir, se veía.
Igual contentísimos porque
lo más importante, para mí, lo pudimos hacer. Después de una larga hora de cola
pudimos pasar delante de la Moreneta y su niño y pedirle y agradecerle este
regalo que Dio nos daba. A la Virgen se sube por atrás y entonces se pasa por
detrás de todos los altares de la iglesia que son majestuosos. Se siente una
emoción que por más que se quiera no se puede contener. Hoy día me pregunto cómo
pude con la rodilla como la llevaba, aguantar esa hora de cola y subir tantos
escalones hasta llegar a la Virgen. Creo que Dios me sostenía por la espalda.
La Virgen es morena (por
eso lo de Moreneta) tiene a Jesús sentado en sus rodillas y en la mano derecha
sostiene al mundo. Las sensaciones que se tienen al estar frente a ella no se
pueden explicar, yo me hubiera quedado horas parada delante de ella. Pero los
tiempos de la excursión eran limitados y había que bajar a ver si podíamos ver
a la Escolanía.
En la Iglesia no había más
lugar. Estaba a tope. La gente sentada y parada invadía todo. Nos dividimos en
dos y cada uno trató de entrar y colocarnos lo más cerca posible del altar.
Allí, por Gracia de Dios, nos encontramos y a las 13 en punto entraron los
chicos. Vestían como monjes con túnica negra y escapulario blanco. Lo primero
que cantaron fue el Himno de Cataluña y toda la catedral se puso de pie y ahí
me aflojé, igual que Manuel que se abrazó a mí y lloramos juntos. No sé como
cantan los ángeles, pero estos niños seguro que cantaban como ellos. Todo el mundo
lloraba y el aplauso al final fue estruendoso. Luego cantaron el Virolai, canto
dedicado a la Virgen y otra vez el llanto y el aplauso que no terminaba nunca.
Terminadas las canciones, salimos de la Iglesia como pudimos con la idea de
poder comer algo antes de irnos y entramos al gran patio que rodea el
monasterio. Nos metimos en la primer cafetería donde vimos que había asientos y
allí comimos un tentempié (como dicen los españoles) Un café con leche y un sándwich
de jamón crudo. El tiempo no dio para más. Alguna foto y de vuelta al micro.
O por Dios ¡Cuánto tengo
que agradecerte mi Señor! ¡Cuántas cosas espirituales me has hecho vivir en
este viaje a España tantos años esperado!
Elsa Lorences de Llaneza
elsalorences@yahoo.com.ar