Ella nos habló hoy con un mensaje muy concreto, palabras actuales, que hablan de nuestra vida cotidiana. Escucha su voz:
“Queridos
hijos, el amor y la bondad del Padre Celestial dan revelaciones que
hacen que la fe crezca y se comprenda, y traiga paz, seguridad y
esperanza. Así también yo, hijos míos, por medio del amor misericordioso
del Padre Celestial, siempre y de nuevo, les muestro el camino hacia mi
Hijo, hacia la salvación eterna. Pero, lamentablemente, muchos de mis
hijos no quieren escucharme, y muchos de ellos dudan. Y yo, yo siempre,
en el tiempo y más allá del tiempo, he magnificado (engrandecido) al
Señor por todo lo que ha hecho en mí y a través de mí. Mi Hijo se da a
ustedes, parte el Pan con ustedes, les habla palabras de vida eterna
para que las lleven a todos. Y ustedes, hijos míos, apóstoles de mi
amor, ¿a qué temen si mi Hijo...
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