MARÍA AUXILIADORA
Inmaculado Corazón de María,
desbordante de amor glorificado,
a tu amparo nos sentimos cobijados
desde el alba hasta la noche cada día.
Si hay dolor tenemos tu consuelo
que nos cura, nos libera y nos anima,
son tus pies a nuestro lado que caminan
elevando nuestra alma en raudo vuelo.
Siempre atenta en las dificultades
presta a dar el buen consejo,
para salir del pozo y llegar lejos
nos das fuerza en las debilidades.
En tu puro corazón de Madre
cobijas a tus hijos con esmero,
estar entre los tuyos eso espero
y me lleves al encuentro con el Padre.
El Espíritu de Dios te ha desposado
y el Hijo en tu seno encontró el nido,
que abrigó su cuerpito tan querido
con tu canto se durmió acurrucado.
Llegada la hora de nacer el Niño
San José un pesebre ha preparado,
la Sagrada Familia se ha formado
en torno a la pobreza y el cariño.
Siendo Madre del Redentor resucitado,
en la vida en oración lo acompañaste,
al pié de la cruz lo confortaste
siempre unida a tu Hijo muy amado.
De niños, jóvenes y adultos sos modelo
de fidelidad y entrega sin reservas,
guardando su Palabra hasta que El vuelva
nos sostienes con tu amor y tu consuelo.
Con filial amor te agradecemos
María que intercedes con tus ruegos,
por los pobres, los ancianos, los enfermos.......
te decimos, Madre nuestra ¡Te queremos!
Raquel Olay de Leanza
Julio 2012 “Refugio del silencio y la Palabra”
Hermoso poema Raquel. La Madre se merece miles de poemas como este donde se exhalten su belleza y nuestra oración. Dios te bendiga. Gracias por compartir. Elsa Lorences de Llaneza.
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