La
aparición de la Virgen como La Reina de la Paz en Medjugorje es única
en varios aspectos. Su duración como aparición activa durante cuarenta
años, con mensajes que se distribuyen cada mes, es algo que no ocurrió
nunca antes. Pero también lo es la multitud de peregrinos que van cada
año a visitar Boznia Herzegovina, esto es el valle de Medjugorje donde
la Virgen se instaló para hablarle al mundo.
Esta
generación, la nuestra, no comprende que Dios está haciendo algo muy
especial allí, y eso no tiene otra explicación más que la gravedad de la
situación del mundo actual. La falta de fe, la apostasía que crece, la
promoción del error, el ataque a la familia y a las leyes naturales, la
falta de vocaciones religiosas, el intentar hacer de la Iglesia una ONG,
y muchos otros males que resultaria muy largo mencionar. Se puede decir
sin miedo a equivocarse que moral y espiritualmente, el mundo está peor
que nunca.
Celebremos
los cuarenta años de tener con nosotros la palabra de nuestra Madre del
Cielo, pero no dejemos de reflexionar sobre el motivo que tiene Dios
para hacer semejante regalo al mundo en este momento de la historia.
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