domingo, 25 de febrero de 2018

POEMA: Eduardo Martínez Zendejas. TU LEJANÍA.

TU LEJANÍA

En esta lejana comarca de trópico y sol enmarcada
donde mi enorme tristeza se revuelve en añoranza,
he sentido que tu ausencia va carcomiendo por dentro
los confines ya cansados, de mi alma atormentada.

Y así, sin pensarlo, inesperadamente, ha brotado
una lágrima del venero ya agotado de estos mis ojos tan secos,
y esto, esto me ha causado gracia, pues como habría de ser
que de mis pobres ojos muertos aún fluya una lágrima.

Si yo creí que hace tiempo todas se habían secado,
cuando el destino irredento, en una jugada amarga,
del camino de mi vida te retiró sin recato,
¡Qué largo ha sido mi sino desde que en el no has estado!

Que largo ha sido mi tiempo, que lento esperar cansado,
recordando que hace tiempo tus palabras como brasas
firmes tatuaron mi mente, cuando me hablaste de amor
en aquel tiempo silente, y devolviste el latido a mi pobre corazón.

Aun tu calor me embriaga, y cada palmo de mi piel
va por el tiempo impregnado en el más sutil perfume,
y esto se guarda en el alma y no se puede olvidar,
porque el amor cala hondo, cuando enamorado estás.

Un motivo muy humano que ha germinado en mi pecho
es este amor puro y noble, y habré de decirlo un día
si el destino nos juntara, que para ti es mi suspiro
y cada oración callada para ya mirarye aquí, para acariciar tu cara.

He tenido noches largas plagadas de malas cosas,
pero al momento han venido hasta mi sueño mil rosas,
he soñado cosas bellas en mis noches fantasiosas,
he creído así algún día reflejarme en tu mirada.

Y oí a tus labios decir muy quedo, que me querías,
he presentido tu voz suavizando mis pesares
y la brisa de tu aliento conduciéndome a buscarte,
y me encuentro aquí, tan lejos, sumido en mi larga agonía.

En este cuarto en tinieblas que escancia mal y tristeza,
y te confieso señora de todos mis tiempos nuevos
que el tiempo será comparsa y yo seguiré buscando,
hasta que vengas un día, hasta acariciar tu cara.

Hasta perderme en tu boca en un beso que nos una
corazón con corazón, y haga olvidar para siempre,
nuestras penas, una a una.

Eduardo Martínez Zendejas.

Un hermoso poema de amor. Eduardo. Felicitaciones. Elsa

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