Acaricia el cielo a la madre tierra,
donde se incendia el horizonte
y lentamente se apagan
los rayos incandescentes del sol.
Pinceladas de nubes
decoran el paisaje,
tonalidades jaspeadas
en la paleta divina.
Estallan luces de estrellas dormidas,
el corazón late con frenesí,
intrépido e impetuoso
busca y espera caricias, amor,
Aspiro el aire fresco,
cuando la noche crece,
una luna llena decora la noche
y el silencio, aplasta los impulsos.
María del
Carmen Latorre
CAFÉ LITERARIO ROSARIO
Gracias María del Carmen por todo el trabajo que te tomás. Bendiciones
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