martes, 23 de julio de 2013

23 DE JULIO: SANTA BRÍGIDA


Sta. Brígida de Suecia
(1302-1373)
Madre, viuda, fundadora de la Orden del Santísimo Salvador
Mística, Patrona de Suecia
Proclamada por Juan Pablo II: 
Patrona de Europa
Fiesta: 23 de Julio
Jesús le dice:
“Brígida, te hablo no solamente a ti sino también a todos los cristianos. Tú serás mi esposa... y por medio de ti hablaré al mundo. Mi espíritu permanecerá en ti hasta tu muerte”
Sta. Brígida:
"La verdadera sabiduría, entonces consiste en obras, no en grandes talentos que el mundo admira; pues los sabios en la estima del mundo . . . son necedad que hacen nada de la voluntad de Dios, y no saben como controlar sus pasiones"
AMOR MEUS
CRUCIFIXUS EST
Lema oficial de la Orden del Santísimo Salvador. Encierra lo que Dios quiere de nosotros: Crucificados con el amado, amándolo. Inspirado por Santa Brígida, quien conformó a sus hijos espirituales como hijos de la pasión del Señor.


 
SANTA BRIGIDA era hija de Birgerio, gobernador de Uplandia, la principal provincia de Suecia. La madre de Brígida, Ingerborg; era hija del gobernador de Gotlandia oriental. Ingerborg murió hacia 1315 y dejó varios hijos. Brígida, que tenía entonces doce años aproximadamente, fue educada por una tía suya en Aspenas. A los tres años, hablaba con perfecta claridad, como si fuese una persona mayor, y su bondad y devoción fueron tan precoces como su lenguaje. Sin embargo, la santa confesaba que de joven había sido inclinada al orgullo y la presunción.
La Pasión: centro de su vida
A los siete años tuvo una visión de la Reina de los cielos. A los diez, a raíz de un sermón sobre la Pasión de Cristo que la impresionó mucho, soñó que veía al Señor clavado en la cruz y oyó estas palabras: "Mira en qué estado estoy, hija mía." "¿Quién os ha hecho eso, Señor?", preguntó la niña. Y Cristo respondió: "Los que me desprecian y se burlan de mi amor." Esa visión dejó una huella imborrable en Brígida y, desde entonces, la Pasión del Señor se convirtió en el centro de su vida espiritual.
Algunos años después, cuando Brígida tenía alrededor de 13 años, fue dada en matrimonio, contra su voluntad, a Ulf Gudmarsson. Fue madre de ocho hijos, entre ellos, santa Catalina de Suecia.
La devoción de Brígida influyó también en su marido. Entre otros viajes, los esposos realizaron peregrinaciones a Nídaros (actual Trondheim) y a Santiago de Compostela. En el camino a España, en la ciudad francesa de Arras, Ulf cayó enfermó. Cuando se temía lo peor, el santo francés San Dionisio se apareció ante Brígida y le prometió que su marido no moriría en esa ocasión.
De regreso a Suecia, Brígida y Ulf se establecieron junto al convento de Alvastra, donde Ulf murió en 1344 (aproximadamente). Entonces Brígida repartió sus bienes entre sus herederos y los pobres, para ella vivir de manera sencilla en las inmediaciones del convento de Alvastra. En ese tiempo aumentó el número de visiones, que representan, hasta la partida a Roma, la mayor parte de las apariciones que tuvo Brígida.
En las apariciones, Brígida recibió la misión de llevar mensajes tanto a políticos como a líderes religiosos. También tuvo diálogos con santos y muertos.
Brígida viajó a Roma en el año 1349 con el propósito de tomar parte en la celebración del jubileo de 1350, y para obtener el permiso del papa de fundar una nueva orden religiosa. Los problemas con los que se enfrentó Brígida era que el papa residía entonces en Aviñón, y que la Iglesia había prohibido el establecimiento de más órdenes. La ausencia del papa no desanimó a Brígida, pues ella ya sabía, debido a una visión que había tenido, que ella vería al Papa y al Emperador encontrarse en Roma.
En 1368, el papa Urbano V regresó a Roma y el 21 de octubre se entrevistó con el emperador Carlos IV. Entonces pudo Brígida entregar las reglas de su orden al papa, quien se encargaría de examinarlas. Las reglas fueron aceptadas con varias revisiones y fuertes cambios con los que probablemente Brígida no estuvo nada de acuerdo. Además el papa tomó la decisión de dejar Italia nuevamente por motivos de seguridad, situación con la que Brígida no estuvo nada de acuerdo. Ella profetizó que el papa recibiría un fuerte golpe de Dios, y cuando Urbano V tenía dos meses de haber regresado a Aviñón, murió.

Los restos de Santa Brígida, Vadstena, Suecia. Foto: Mikael Lindmark

En 1371, cuando contaba con unos 68 años, Brígida realizó un viaje a Tierra Santa, con un itinerario que pasaría por Nápoles y Chipre. En Nápoles murió su hijo Carlos Ulvsson, lo que le acarreó a Brígida grandes preocupaciones. Ella tuvo entonces otra aparición, que le garantizó el perdón divino a su hijo gracias a las oraciones y lágrimas de su madre.
Cuando regresó a Roma en el verano de 1373, una enfermedad la debilitó, y finalmente murió en la actual Plaza Farnese. De acuerdo a su propia voluntad, sus restos mortales fueron trasladados a Suecia, específicamente al convento de Vadstena después de haber sido enterrados en la iglesia romana de San Lorenzo in Panisperna. En 1377, por orden del obispo de Jaén Alfonso Pecha de Vadaterra, amigo y confesor de Brígida, salió a la luz la primera edición de sus Apariciones celestiales. En 1378, se llevó a cabo otra aprobación sobre las reglas de la orden religiosa de Brígida, y en 1384 se consagró el convento de Vadstena.
El proceso de canonización de Brígida comenzó en 1377 y culminó en 1391. En 1999 santa Brígida fue elevada, junto con santa Catalina de Siena y santa Teresa Benedicta de la Cruz a ser copatrona de Europa.
La orden de santa Brígida perdura hasta nuestros días con el nombre de La Orden del Santo Salvador (Ordo Sancti Salvatoris), llamada comúnmente Orden Brigidina. Los restos de santa Brígida se encuentran en el convento de Vadstena.

 ¿Por qué me gustarán tanto las historias de los Santos? ¡Y que poco conocemos de vidas de Santos o Beatos! Cuando trabajaba con el Padre Hernán Pérez Etchepare tuve que resumir muchas para la Liturgia Cotidiana y de ahí me quedó un amor y una admiración importantísima por ellos. Nadie llegó a Santo sin grandes sufrimientos. Elsa

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