martes, 11 de junio de 2019

OTRO CAPÍTULO DEL LIBRO DE NÉSTOR BARBARITO: CONSUELEN, CONSUELEN A MI PUEBLO

  SEGUIMOSCOMPARTIENDO UN               NUEVO CAPÍTULO DE:
CONSUELEN, CONSUELEN A MI PUEBLO
AUTOR NESTOR BARBARITO

Hace algún tiempo leí un libro que creo que refirma, con la autoridad de un gran teólogo de nuestro tiempo, Romano Guardini, estas ideas que manifiesto aquí, y vienen dando vueltas en mi mente desde hace tantos años.

Dice Guardini:

«Cristo está en el hombre y el hombre en Él: cuando el hombre cree y es bautizado, acontece en él, dice Pablo, algo particular. El hombre entra en una comunidad de existencia con Cristo, como si Éste entrara ahora en el creyente, y en él morara como forma1 que lo domina, como fuerza que opera en él. Este Cristo exterior (que llega al hombre desde afuera; desde la eternidad de Dios) quiere expresarse en su existencia humana»

«Un hombre está formado cuando, a pesar de todos los cambios, es él mismo y entre muchos hombres él solo, con rostro claro y nombre inconfundible»
«Cristo mismo resucitado, en su estado espiritual, penetra de su virtud a este hombre, tal como es, con su peculiar carácter y manera de vida; con sus tareas y destinos. En él realiza Cristo nuevamente su propia vida divino-humana (…) En él pasa Cristo por la infancia, el crecimiento, la madurez, la consumación»

«Él nos aprehende desde dentro, conmoviéndonos en nuestro ser vivo, y nos aprehende desde arriba, llamándonos desde el reino eterno y levantándonos a él (…). Surge en el hombre del misterioso interior de la profundidad divina para expresarse en su existencia (la del hombre) y penetra también desde el fin (desde la eternidad) en el tiempo, para sacudirlo y prepararlo para lo venidero»2.

Creo que esto lo podría decir con mis palabras y mi pobre entendimiento, de la siguiente manera: Desde lo profundo de la vida y el misterio trinitario, el Verbo “se introduce” en mi persona, haciéndome a su modo, en tanto yo se lo permito, con-formando mi interior, y “contagiando” a mi espíritu y mi personalidad el misterio de su propio Espíritu sin que yo pierda mi “forma” original: “con su peculiar carácter y manera de vida”. Es decir, sin que deje de ser el que soy; sin que pierda mi identidad y personalidad.

Se me ocurre sintetizarlo (corriendo el riesgo de ser excesivamente simplista), con una expresión que me gusta y tantas veces he dicho y escrito, estimulado por mis veleidades de poeta: que “Cristo, por la Redención que nosotros aceptamos en la fe y el bautismo, nos hizo crecer alas, y desde el trono que comparte con el Padre, entra en nosotros y nos anima a volar hacia Él, y valiéndose de su Espíritu, une su fuerza infinita a la nuestra, pobre y desmayada, para que podamos alcanzarlo.

Espero que estos pensamientos me ayuden a renovar y fortalecer mi compromiso con mis hermanos, ya que, si quiero ser coherente, debo vivir en serio la misericordia. Será vivirla para con mi Hermano Jesús, sin metáforas ni eufemismos.

Si, como descuento, la doctrina de Pablo es verdadera y la reflexión de Guardini acertada, y cada uno de nosotros es un miembro misterioso —pero real— del cuerpo de Cristo, y la cabeza está triunfante en el cielo, con los demás miembros que ya completaron su parte  en ese bendito y dramático juego de rescatar a la humanidad, mientras los demás nos vamos sucediendo aquí hasta que Él vuelva al fin de los tiempos,  puedo concluir sin demasiado riesgo de errar, que la pasión del Señor se sigue realizando hoy; que cada hombre que sufre es el torso, es el pie, es la mano de Cristo, doliente y redentora, que desarrolla sus alas y adquiere para sí mismo (y para mí) un pedacito del cielo que habremos de ocupar en la casa del Padre.

La entrada; el derecho de admisión, ya lo pagó Jesús hace veinte siglos.


el Xto., en el Nuevo Testamento- (Cristo en
nosotros). 1)N.d.a: La forma es aquello que hace que el hombre sea “éste y no otro”; creo que es lo que podríamos llamar “El espíritu de este h., su forma de ser, de pensar y de obrar”, distinto a todos los demás hombres. (Principio activo que da a algo o alguien su entidad. R.A.E.).

2) Romano Guardini –La imagen de Jesús
 
                                    Néstor Barbarito

Hermoso amigo. Invito a todos los que están leyendo este libro, lo busquen (no completo) en el Blog sobre la mano derecha con el nombre de 
"CONSUELEN, CONSUELEN A MI PUEBLO"

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