viernes, 19 de junio de 2015

COMPARTIENDO: Eduardo Martínez Zendejas (México) ORACIÓN


Dame oh Señor, la capacidad de saber

cuando he de dejar en paz,

a mi hermano que desea el silencio,

dame la lejanía sana del fervor profano

en que la moda imponga lo nuevo por impulso,

despreciando lo antiguo por desgracia.



Líbrame de anteponer torpemente

el conocimiento, a la sabiduría,

la ciencia al arte, y la habilidad al sentido común,

líbrame también de la tentación

de tratar a mis pacientes como casos,

olvidando torpemente que son personas.



Líbrame también, te lo ruego,

de hacer que por lucimiento personal,

la curación se haga más penosa,

que el sufrimiento por la misma enfermedad.



Líbrame de pretender que en base a mi ciencia,

se prolongue inútilmente alguna vida,

cuando ya su reloj vital, haya parado.

Líbrame de acudir con asco, o con repudio manifiesto

al camastro de mi hermano-paciente,

aún siendo este acaudalado o mendigo.

Muéstrame el camino, para vivir honradamente

de lo que este bello arte me proporcione,

líbrame te pido, de palpar o ver el cuerpo de mi hermano,

con un motivo diferente al que el arte médico me impone.



Yo se, que si consigo en el tiempo cumplir

con humildad estos anhelos,

seré recompensado por ti al final de los tiempos,

mas si en algo yo fallara, se que sería mi hermano

juez y verdugo, y tú el continuador

para el castigo a mis faltas.



DDP 

  Elsa: Quiero compartir contigo esta composición que leímos el día
de nuestra graduación como médicos, siendo muy aplaudida.

Mil gracias Eduardo Martínez Zendejas. (México). Ojalá todos los médicos pensaran igual.

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