domingo, 10 de noviembre de 2013

POEMA, Rosa Dávalos, HERIDA


Señor, 

te has detenido a la vera de mi llanto,

pronunciando mi nombre,

 me has tendido tus manos...



  Tú eres luz de la mañana,

que restauras mis heridas

con el vino de tu alforja y tu óleo de alegría… 

Me abraza tu corazón

 y tu paz va floreciendo en mis cosas cotidianas...



Es contigo 

que se embriagan de horizontes los caminos

y se llenan de sentido

       los silencios… Es contigo... 



Es contigo 

que doy gracias por las penas que sufrido,

porque en mi debilidad

tu gracia cargó conmigo...



 Porque es la herida una puerta

para volver con cariño, ojos nuevos, mano abierta

a mis hermanos y amigos...

Rosa en Camino

Mil gracias Rosa por tu poema. Invitamos a todos a entrar en tu Blog personal para que se deleiten con tus poesías.

1 comentario:

  1. Rosa
    Qué gran verdad!
    Sólo Cristo sana y alivia nuestras heridas.
    Está en nosotros poner la confianza en El
    María del Carmen

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