lunes, 17 de septiembre de 2018

REFLEXIÓN: "A VINO NUEVO, ODRES NUEVOS" P. STEFANO CARTABIA OMI. (URUGUAY)

Reformular a la iglesia: un camino urgente y necesario.
¡A vino nuevo, odres nuevos!” (Mc 2, 22).

Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!” (Mc 2, 21-22).

Es este el ícono evangélico que – a mi manera de ver – mejor muestra la situación actual de la iglesia y del cristianismo. Por todos lados se pide renovación y desde muchos lugares surgen experiencias renovadoras o intentos de renovación. Es la frescura de la espiritualidad que se abre camino entre los senderos casi desiertos de una religión en agonía: ¡Es el vino nuevo que se hace presente para regalarnos el amor y celebrar la vida! Pero insistimos en poner este vino nuevo en odres viejos. Ese es el drama de la iglesia: aferrada a los odres de la doctrina y sus obsoletas estructuras no sabe aprovechar ni disfrutar del vino nuevo. A menudo no sabe que hacer con este vino nuevo y se desperdicia.
Necesitamos odres nuevos para este vino espumante y gracioso, un vino lleno de vida y de burbujas, un vino de buen cuerpo y robusto. Un vino con tanta fuerza que va rompiendo sin piedad los odres desgastados y rajados.
Es el vino nuevo que pide reformular al cristianismo y a la iglesia.

Reformular a la iglesia”: propuesta un tanto atrevida y riesgosa. Fiel a mi sentir y mi conciencia siento también que es un camino necesario, urgente e imprescindible. Leer más...
¡Cuánta realidad Padre Stefano! A ver quién se Atreve!!! Gracias y Bendiciones Elsa.

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