jueves, 29 de mayo de 2014

POEMA, Aída Martha Castelán, A MI MADRE

 

Te llamabas Aída Rosa.

Rosa como esa hermosa flor

que papá cultivaba con tanto amor

quizá porque su nombre era el tuyo



Tu hermosura la igualaba,

tu alma era más bella todavía.

Y el amor que se profesaban tu y papá

 Y se prolongaba a nosotras, sus hijas,

nos fue enseñando lo que es el amor.



¡Cuánto sufriste mamita querida!

En la despedida, cuando papá

se dio cuenta que debía partir,

se despidió de ti con un: “Debo irme,

donde voy debo estar de blanco”



No querías entender lo dicho pero…

el te dejo con las niñas.

“Ya he plantado mis arbolitos

quedan contigo, y los nietos serán tu sol”

No necesitaste más...



Tu temple mamita, fue una enseñanza

como cuando ya enferma con cáncer

me dijiste “No quiero quedar pelada”

y yo te aseguré que no quedarías y así fue.



Veo todavía tu mirada de amor

cuando te diste cuenta que también tú partías.

Pero ahora, estás con tu esposo, tu amor,

conversando, riendo y mirándonos

desde allí para proteger a tus hijas y nietos.



TE AMO MAMÁ

                                       Aída Martha Castelán

Una hermosa declaración de Amor a tu madre Aída. Gracias.  

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