jueves, 1 de mayo de 2014

POEMA, Bosco Ortega, CARPINTERO JOSÉ

El salario de tus manos,
hecho a sierra y garlopín,
Reino de panes humanos
             hacia un milagro sin fin.              

Naciste para testigo
del mundo y hasta el final,
cargaste en vida y abrigo
un mandato celestial.

A esa promesa ofrendado,
hombre, paisano y varón,
obedeciste al llamado
del Ángel en su visión.
          
Del trabajo, epifanía,
carpintero Joshué,
familia y alegoría
con Jeshúa de Nazareth.

Fue tu descalza alegría,
buen carpintero José,
para Jesús y María,
su herencia de amor y fe.
               
En tu silencio modesto,
justo de santa humildad,
diste tu historia y tu resto,
en callada dignidad.
                
Aurora, ocaso y destajo,
tu taller fue la misión:
educar en el trabajo
al Señor de la Creación.

      Bosco Ortega

Gracias Bosco. Por algo te adoran en el Chaco como artista de primera.

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