domingo, 5 de diciembre de 2021

RELATO: ¡HIPOCRESÍA! DR. JORGE LOBO ARAGÓN (TUCUMÁN) ARGENTINA

 

 

 

¡HIPOCRESÍA!

 

Mentimos a cada rato. -Señorita: me muero de amor por usted- y no me muero nada; sigo vivo. Este calor es insoportable - y sin embargo lo soporto. Aquel es un cobarde que no tiene sangre en las venas -, aunque sepamos que a todas y cada una de sus venas las tenga completamente llenas de sangre. Mentiras que no molestan porque se dicen sin el fin de ser creído. Hasta podría decirse que no son mentiras ya que no tienen el propósito de engañar. Y las mentiras galantes y caritativas. No sólo que no molestan sino que también agradan. -Qué bien se la ve, señora, a usted no le pasan los años- -Siga con el tratamiento y en quince días va a estar hecho un toro- le dice el médico a un moribundo. No son mentiras. Antes y ahora no debería mentirse debido a un MANDAMIENTO: “No dar falso testimonio ni mentir”. Pero ese es un mandato de Dios, por lo tanto una cuestión religiosa que en la democracia de esta época,  de tiempos aciagos y de relativismo crónico, nadie está obligado a acatar. Terminada la cristiandad no se ve porqué el ciudadano (Doña Rosa)  – supuestamente el soberano - a una autoridad elegida, constituida democráticamente  le haya de poner pautas de conducta. Es más. A la mentira se la ve bien, ya que es útil para favorecer el consumo, y por lo tanto la producción y los votos. Que un hombre se vendiera era antes una horrible acusación, más horrible si el vendido era un político. En el lenguaje actual el político parecería que está obligado a venderse, que equivale a mostrarse de un modo tan atrayente como para conseguir que afluyan los votos. Las Técnicas gráficas han acompañado este progreso y hoy se pueden pasar fotografías y videos perfectamente truchados.  Qué señalan estos indicios para el futuro concepto de verdad.  A mi modo de ver presagian una peligrosa división en la sociedad. Por un lado, habrá mucha gente que caerá en un cinismo total. Por el otro, aumentará la cantidad de grupos que, desesperados por la necesidad de aferrarse a algo seguro en medio de un mundo cada vez más complejo, relativo y en constante cambio, prefieran creer en una sola verdad con fanatismo absoluto. Ambas actitudes son malas noticias para la democracia y para cualquier sistema político. Pero vamos a lo nuestro. La primera obligación del que miente es hacer que le crean. Si va a mentir para que no le creamos entonces simplemente desvaría. Si un político dijera “voy a terminar con la inseguridad o la pobreza”, no se le creería, porque es una mentira ya gastada. Entonces deberá buscar otra antes que en las próximas elecciones la pueda  censurar todos los días. Pero el político tiene que hacerse creer, ya que se lo vota esperando lo que él va  a hacer. La gran mayoría sacaron muchos votos a pesar de que no le creen y públicamente han confesado que han tenido que mentir para que se lo vote. Un político siendo gobernador de Tucumán, defendiéndose ante los militares, “dijo a viva voz, yo miento como político pero no he mentido como militar”. Sabemos que los políticos mienten, pero no puede alegarse que su condición de político lo habilite para mentir. Sí, puede hacerlo; la prueba de que pueden es que lo han hecho. Pero es una barbaridad, no porque se reconozca mentiroso sino porque reconoce que la mentira está aceptada por él y por muchos como arma política. Entonces cualquier cosa que diga, que prometa, que jure, merecerá ser analizada: “Lo asegura como político; entonces debo pensar que miente”. Y los políticos, ¿estarán obligados a sujetarse a cierta cuota o tendrán piedra libre? La mentira y la hipocresía son una traición y una inmoralidad cuyos resultados han sido la causa de la mayoría de los males de nuestra patria. Es por lo tanto un delito (Engaño) cuyos efectos y consecuencias claman al cielo.

Dr. Jorge Bernabé Lobo Aragón

jorgeloboaragon@gmail.com

#Argentina #Tucumán #España

 

Gracias Lobo Aragón por compartir con el Blog este relato tan verdadero. Bendiciones.

                                  Elsa Lorences de Llaneza

No hay comentarios:

Publicar un comentario