SOPLO DE DIOS
Espíritu de Dios, Fuego Divino
que suavemente inspiras corazones
para poder auxiliar al abatido....
y cuando el que ayudó está afligido
buscas también quién lo levante en el camino
Tan sólo eres el Bien y te derramas
en esa alma que se abre a Tu Bondad
y el sigiloso toque de Tu Gracia
va restaurando el dolor que causó el mal.
Sin tocarte ni verte sin embargo
percibo Tu Presencia sin dudar
como lluvia del cielo vas dejando
aromado jardín de eternidad.
Nunca abandonas al que se encuentra hundido
en angustiosa desesperación
y silenciosamente lo consuelas
desde el centro de su propio corazón.
Quiero abrirme a Tus inspiraciones
atenta a Tu consejo echarme a andar,
Tu suave voz oír en el silencio
como en la furia de cada tempestad.
Susana Piñeiro
Patagonia Argentina
Hermoso poema Susana. Muy sentido. Ojalá Dios escuche tu clamor. Bendiciones.
Elsa Lorences de Llaneza.
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