miércoles, 23 de diciembre de 2020

PUBLICACIÓN DE MANUEL LLANEZA BLANCO EN ARISTOS INTERNACIONAL DICIEMBRE 2020 " UNA NAVIDAD DIFERENTE"

 PUBLICADO EN LA REVISTA ARISTOS INTERNACIONAL DE DICIEMBRE 2020

                                PUBLICACIÓN DE MANUEL LLANEZA BLANCO

    


UNA NAVIDAD DIFERENTE
Manuel Llaneza Blanco
Argentina

Era 24 de diciembre de 1962, fecha grabada por siempre en mi memoria.
Ciudad de Barcelona, España. Había amanecido cubierta con un manto de nieve como hacía muchos años no se recordaba.
Completamente paralizada, aún mostraba a mis ojos un encanto único. Con mis 20 años era una novedad, también para muchos barceloneses, que nunca habían visto su Ciudad Condal absolutamente cubierta y paralizada por el fenómeno climático.
No todo eran rosas para mí. Esas bellas imágenes, acompañarían especialmente la tristeza de mi partida hacia otras tierras en busca de un nuevo y mejor horizonte.
En compañía de mi padre, pasaría mi última Navidad en mi patria. Una mezcla de sentimientos me embargaba.
Tristeza por la inminente partida, debía embarcar el día 26 de diciembre, hacia mi destino en Argentina, donde esperaba construir un futuro y una familia.
Angustia que oprimía con fuerza mi pecho, pensando en mi padre, y la posibilidad cierta de no volverlo a ver. Era mi única familia cercana, ya que había perdido a mi madre unos pocos años antes, y soy hijo único.
Me ayudaba saber que mi padre estaba de acuerdo con mi partida, y me había animado a hacerlo. Creía firmemente que con mis tíos podría construirme un mejor futuro.
Sin duda era una Navidad diferente a todas las que hasta ese momento había pasado.
En tiempo presente se acercan las Fiestas Navideñas 2020. De nuevo el destino me las hará vivir diferentes. Llegada esa hora mágica, 12 de la noche del 24, no podré abrazar a mis hijos, nietos y resto de mi familia. Solamente tendré a mi lado a mi querida esposa.
Sera una Navidad Virtual.
Ahora más que nunca deberemos hacer valer el espíritu navideño.
El nos ayudará a añorar un poco menos, el calor cercano de nuestros mas entrañables afectos, el abrazo apretado y a la familia reunida.
El símbolo y la magia de la Navidad debemos preservarlos, llenándonos con su espíritu. Nos ayudará a transitar los momentos de zozobra, obra de la pandemia que nos invade, cambiando nuestras vidas en muchos sentidos.
Cincuenta y ocho años después, el destino vuelve a ponerme ante una Navidad Diferente, aunque esta vez con una ventaja, estoy anclado a mi familia, y espero, aunque sea virtualmente poder celebrarla.
Seguramente vendrán tiempos mejores, esta esperanza ayuda a mirar con renovada fe hacia adelante.

FELIZ NAVIDAD.

                                                        Manuel Llaneza Blanco

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